La Casa Blanca tuvo que aclarar que Biden no quiere derrocar al "carnicero" Putin
Ante la ira del Kremlin, el secretario de Estado Antony Blinken debió explicar que EEUU no busca un "cambio de régimen" en Rusia. Explicó que Biden probablemente se refería a la influencia de Putin fuera de su país.
Joe Biden, presidente de EEUU, en Varsovia (Polonia) |
AFP
Veinticuatro horas antes, Biden había tratado a Putin de "carnicero" con un "anhelo de poder y control absolutos": "Por el amor de Dios, este hombre no puede permanecer en el poder", dijo sobre el líder ruso, a quien ya había calificado como un "criminal de guerra".
El presidente estadounidense también consideró "un fracaso estratégico" la invasión de Ucrania, que resiste desde hace más de un mes al asedio y los bombardeos ordenados por el presidente ruso.
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Al cierre de su viaje a Polonia, Biden advirtió a Moscú que no debía ocurrírsele ni por asomo pisar "una pulgada" de tierra de países de la OTAN, vinculados por la "obligación sagrada" de la defensa colectiva.
Biden acompañó sus duras palabras hacia Putin con un intento de apelar a la población rusa, al afirmar que "no son nuestro enemigo" y decirle que debe culpar a su presidente por las fuertes sanciones occidentales contra su país.
La Casa Blanca se apresuró a explicar que Biden no estaba incitando a un "cambio de régimen" en Rusia, sino a actuar para impedir que ejerciera algún "poder sobre sus vecinos o en la región".
Blinken explicó que Biden probablemente se refería a la influencia de Putin fuera de su país, incluida la invasión sangrienta y no provocada de Ucrania por parte de Moscú, que ahora se extendió por más de un mes y mató alrededor de 2.000 civiles.
"Creo que el presidente, la Casa Blanca, señaló anoche que, simplemente, el presidente Putin no puede estar facultado para hacer la guerra o participar en una agresión contra Ucrania o cualquier otra persona", dijo Blinken según múltiples informes.
"Como saben, y como nos han oído decir repetidamente, no tenemos una estrategia de cambio de régimen en Rusia, ni en ningún otro lugar, para el caso", dijo en Jerusalén.
"El punto del presidente fue que no se puede permitir que Putin ejerza el poder sobre sus vecinos o la región. No estaba discutiendo el poder de Putin en Rusia, o el cambio de régimen", aclaró un funcionario de la Casa Blanca.
A raíz del comentario improvisado de Biden en Varsovia, el presidente del Consejo de Relaciones Exteriores, Richard Haass, especuló que Blinken debería esforzarse más por minimizar los comentarios públicos del presidente.
"El hecho de que estuviera tan fuera de lugar en algunos aspectos empeora todo", dijo Haass al sitio web Politico, donde argumentó que Vladimir Putin podría ver sus declaraciones como las creencias genuinas del gobierno de EEUU.
"Los comentarios hicieron que una situación difícil fuera más difícil y una situación peligrosa más peligrosa. Eso es obvio. Menos obvio es cómo reparar el daño, pero sugiero que sus principales ayudantes se comuniquen con sus contrapartes y dejen en claro que Estados Unidos está preparado para lidiar con este gobierno ruso", escribió Haass en Twitter.
El Kremlin dejó clara su disconformidad. Los ataques personales, dijo un cargo ruso, están "cerrando la ventana de oportunidades" para las relaciones bilaterales.
"Esto no lo debe decidir el señor Biden", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. "Solo debería ser una elección de la gente de la Federación Rusa".
