Tras cuatro horas de debate, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) analizó en una sesión extraordinaria la crisis paraguaya. El encuentro finalizó con el anuncio del Secretario General José Miguel Insulza informando a los países miembros que viajaría al Paraguay y a otros países vecinos para evaluar en primera persona la situación. En la sesión se escucharon fuertes argumentos contra la destitución del ex mandatario Fernando Lugo por parte de las misiones de Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia, las cuales calificaron el hecho como un Golpe de Estado. También a ellas se sumó la Argentina, pidiendo una reunión de cancilleres a nivel hemisférico.
"Considero como mi deber el recabar todos los antecedentes que este Consejo requiere para tomar decisiones la próxima semana", señaló el titular de la OEA al cierre de la sesión. Insulza había dicho que Paraguay está sumido en una crisis institucional que no puede solucionarse únicamente con organismos multilaterales externos. “Es una situación nueva, que si bien está dentro de los parámetros de la ley, algunos miembros de la OEA entienden que se ha perjudicado la democracia”. Insulza recordó que de 80 diputados, 71 votaron a favor de expulsar a Lugo. Lo mismo hicieron 39 senadores de 45 bancas, y eso que sólo se exigía dos terceras partes para poder validar la moción.
En el seno de la OEA hubo discrepancias sobre la situación y cómo actuar ante Paraguay. Nicaragua y Venezuela fueron enfáticos pidiendo que el país sea “rápidamente sancionado y suspendido”, tal cual ocurrió con la silla de Honduras hace tres años. Según Insulza, antes de tomar cualquier medida, la Secretaría debe analizar la información, realizar una misión de buenos oficios, y luego reportar a los miembros.
Honduras propuso una misión especial de la OEA –medida que fue apoyada por EE.UU., Colombia, México, Panamá , y todo el Caribe-, la que podría estar representada por Insulza y algunos otros observadores.
El representante del Paraguay Bernardino Saguier defendió los pasos legales que sirvieron de base en el juicio político y el posterior nombramiento del todavía vice Federico Franco como la máxima autoridad del Paraguay. Tanto Nicaragua, Ecuador, Venezuela y Argentina han expresado terminantemente que desconocerán al nuevo gobierno. En algunos casos, hasta han retirado a sus embajadores del Paraguay.
Estados Unidos, Canadá y México han expresado la necesidad de evaluar la situación con cuidado para no “caer en medidas prematuras que luego haya que lamentar”. También expresaron dudas ante el veloz trámite que destituyó a Lugo. Pero recalcaron que se observa cierta tranquilidad en las calles de Asunción a días de haberse producido la crisis. Brasil y Uruguay pidieron a la OEA un compás de espera, en vistas a la reunión de la Unasur en Mendoza el próximo viernes. Insulza les respondió que la OEA seguirá su análisis “más allá de los pronunciamientos que hagan otras instituciones del continente”.
Para abril del 2013 estaban planteadas futuras elecciones en Paraguay. Es de esperar un encendido debate de la Unasur, aunque aún no estaba confirmada la presencia de todos los mandatarios de los países integrantes. Por su parte, el destituido presidente Lugo aseguró que no asistirá y que se quedará en Paraguay, pese a haber sido invitado.