El esquí es una de las grandes pasiones de la familia real holandesa por lo que la cita en la edición de los Juegos Olímpicos invierno era impostergable y nadie quiso faltar. La princesa Máxima Zorreguita (38) y sus hijas, Amalia Alexia (4) y Ariane (2), volaron los 7.687 kilómetros que separan Amsterdam de Vancouver para acompañar al príncipe de Orange Guillermo (42), quien se encontraba Canadá en su calidad de miembro Cómite Olímpico Internacional, y alentar juntos a los representantes de los Países Bajos.
El sábado 13, en el segundo día de competencias, la familia alentó desde las gradas del óvalo olímpico de Richmond al 12 veces campeón mundial Sven Kramer (23). Con gorros y bufandas naranjas para contrarrestar las bajas temperaturas cercanas a los cero grados, las pequeñas se pegaron ala baranda y vivieron en vilo la definición de los 5.000 metros de patinaje de velocidad.