La filosa crítica del Papa a la cúpula de la Iglesia: son "como lobos rapaces" que no escuchan a los demás
En su mensaje de Navidad a la Curia romana, Francisco lanzó nuevos reproches y críticas: llamó a "redescubrir el valor de las relaciones".
El Papa Francisco besa a un bebé durante la audiencia general semanal el 8 de noviembre de 2023 en la plaza de San Pedro en el Vaticano. |
AFP
Durante su reunión anual de fin de año con la Curia en Roma, los altos dignatarios del gobierno central de la Iglesia católica, congregados en el Aula de las Bendiciones del Vaticano, el Papa Franciscoexpresó nuevamente su desconfianza hacia ellos y les dirigió críticas, como es su costumbre. En esta ocasión, les advirtió sobre el peligro de comportarse como "lobos rapaces" que no prestan atención a los demás.
En años anteriores, el Papa formuló acusaciones más severas contra los miembros de la Curia romana en sus críticas sobre el comportamiento de la jerarquía eclesial.
Durante la visita al pontífice para el tradicional discurso de felicitación navideña, Francisco aconsejó a los miembros de la Curia Romana seguir tres palabras clave para mejorar su desempeño: "Escuchar, discernir y caminar".
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Jorge Bergoglio recomendó a los monseñores que "escuchen de rodillas", expresando su preocupación de que "cuando nos comunicamos entre nosotros corremos el riesgo de ser como lobos rapaces".
"Enseguida intentamos devorar las palabras del otro sin escucharlo realmente e inmediatamente vertemos sobre él nuestras impresiones y nuestros juicios", continuó el pontífice argentino.
El Papa Francisco: "Necesitamos redescubrir el valor de las relaciones"
"También en la Curia es necesario aprender el arte de escuchar", indicó. "Sobre todo, antes de los roles que desempeñamos, necesitamos redescubrir el valor de las relaciones y tratar de despojarlas de formalismos para animarlas con espíritu evangélico escuchándonos recíprocamente", aconsejo.
"¡Escuchemos!", pidió. "Tratemos de entender lo que dice nuestro hermano, de captar sus necesidades y, de alguna manera, la vida que se esconde detrás de esas palabras, sin juzgar".
El Sumo Pontífice aconsejó a los integrantes de la Curia que sean "más dóciles" y los instó a "elegir orientaciones y tomar decisiones no según los criterios mundanos o simplemente aplicando reglamentos, sino según el Evangelio".
En otro consejo que llevaba consigo una nota de reprobación, el Papa exhortó a que sean "más débiles", para evitar "la tentación de quedarse inmóviles dentro de nuestros propios límites y temores".
El Papa Francisco y las divisiones en la Iglesia
El Papa instó a los miembros de la Curia a evitar "los miedos, las rigideces y la repetición de esquemas que generan inmovilidad, que tienen la aparente ventaja de no crear problemas".
Esta actitud "nos lleva a vagar ociosamente en nuestros laberintos, perjudicando el servicio que estamos llamados a ofrecer a la Iglesia y al mundo entero".
Les indicó que deben evitar "el fijismo de la ideología, que a menudo, bajo la apariencia de buenas intenciones, nos separa de la realidad y no impide caminar”. Y continuó: "Cuando nos encontramos enmarañados en las redes de la burocracia y de salir del paso, recordemos mirar hacia lo alto, de recomenzar desde Dios, de dejarnos iluminar por su palabra, de encontrar siempre el valor para volver a empezar. De los laberintos se puede salir solo desde arriba".
Francisco abordó las divisiones en la Iglesia al afirmar que "sesenta años después del Concilio continuamos debatiendo sobre la división entre progresistas y conservadores" en la Iglesia.
Señaló que, en su perspectiva, la distinción fundamental radica entre aquellos que están "enamorados y acostumbrados". "Esta es la diferencia. Y solo caminan los que aman", afirmó.
El Papa concluyó instando a la Curia a “no perder el sentido del humor porque también es salud”.
