INTERNACIONAL
PERÚ

La hija de Fujimori fue liberada y ahora quiere ser presidenta

Keiko Fujimori logró en un tribunal peruano su mayor victoria política desde que perdió las presidenciales de 2016 y ahora sueña con fortalecer al fujimorismo y reunificar a su familia.

Keiko Fujimori
Keiko Fujimori | Photographer: Dado Galdieri/Bloomberg

La Justicia del Perú ordenó este miércoles la liberación de la principal líder de la oposición, Keiko Fujimori, que permanecía detenida en forma preliminar desde hace una semana en el marco de una investigación por presunto lavado de dinero.

La Segunda Sala de Apelaciones aceptó el pedido de la defensa de Fujimori, que permanecía en la Prefectura de Lima, para anular la detención que finalizaba el sábado. El juez Octavio Sahuanay, a cargo de la sesión, sostuvo que la medida contra la líder del partido opositor Fuerza Popular (FP), ordenada por su colega Richard Concepción Carhunacho, no tiene motivaciones judiciales y solo "copió" el pedido de la Fiscalía.

Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, sonrió tras escuchar el fallo y abrazó a su abogada, Guiliana Loza, y a su esposo, Mark Vito. "Hemos recibido muy bien esta resolución porque no solo se ha declarado nula, sino porque recoge lo que siempre pensamos: nunca se le debió privar de su libertad (a Fujimori). No existe fundamento alguno", dijo Loza a canal N.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La cárcel "ha sido también una oportunidad de empezar un camino para lograr nuevamente la unidad de mi familia", declaró la líder opositora al recuperar su libertad. "Yo salgo agradecida, a pesar de la injusticia", agregó en alusión a la visita que le hizo en la cárcel su hermano Kenji, con quien libra una guerra fratricida por el legado político de su padre, el expresidente Alberto Fujimori.

La hija del expresidente se convirtió en la líder de la oposición peruana después de iniciar su carrera política a los 19 años como primera dama sustituta del gobierno de su padre, pero la disputa con su hermano menor afectó su imagen. Keiko, de 43 años, y Kenji, de 38, buscan sentarse en el sillón presidencial que su padre dejó hace 18 años en medio de un escándalo. Ambos podrían enfrentarse en los comicios de 2021, si no superan sus desacuerdos.

Keiko, que en japonés significa "hija bendita", ha pasado la mitad de su vida envuelta en política, a la que ingresó contra su voluntad, según confesó una vez. Una vez liberada, debe atender la situación de su padre, de 80 años, quien está internado en una clínica de Lima en calidad de detenido desde hace dos semanas y debe volver a prisión a terminar de cumplir su condena de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción.

 

D.S.