Después de dos años de haber anunciado el "cese temporal de convivencia", Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, duques de Lugo se divorcian oficialmente. Según informa la tapa del diario español El Mundo de hoy (que promete ser la más vendida en mucho tiempo), los abogados están terminando de tejer los últimos hilos de un acuerdo nada sencillo .
La pareja tuvo 12 años de matrimonio y dos hijos: Froilán, el primer nieto del rey y a todas luces su favorito (y también el de la prensa) y Victoria Eugenia.
"El divorcio no es la solución final, según advierten los expertos", remarca El Mundo. "La Infanta es miembro de una monarquía católica, apostólica y romana, y contrajo matrimonio por la Iglesia; su condición de divorciada no le permitiría ni mucho menos rehacer su vida dentro de la doctrina católica". La crónica cita a un experto en derecho canónico que dice que "un divorcio y posterior matrimonio civil la pondría de cara a la Iglesia en situación de concubinato, lo cual le impediría, por ejemplo, recibir la comunión. Para la doctrina católica, el matrimonio sigue siendo un sacramento indisoluble y, por tanto, no se puede romper".
Todos apuestan por el pedido de nulidad en los Tribunales de Rota, ya que si la infanta no lo hace no podría volver a comulgar o a casarse por Iglesia. El antecedente directo en la realeza europea es Carolina de Mónaco. Su cuñada, la ex periodista Letizia Ortiz era divorciada pero sus primeras nupcias no fueron por Iglesia, con lo cual no hubo inconvenientes.
Por su parte, la Casa Real mantiene silencio absoluto sobre la cuestión. Queda esperar esta semana, cuando se cree que los abogados tendrán cerrado el acuerdo.
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