El carguero espacial no tripulado Progress se desintegró por completo en la atmósfera por encima del océano Pacífico durante su caída libre hacia la Tierra, una semana después de que los operadores rusos perdieran el control de la nave, anunció este viernes la agencia espacial rusa.
"La nave Progress M-27M dejó de existir a las 05H04 de Moscú (02H04 GMT) el 8 de mayo de 2015. Su entrada en la atmósfera se realizó por encima de la parte central del océano Pacífico", indicó Roskosmos en un comunicado.
La casi totalidad de las naves espaciales de este tipo se desintegran en la atmósfera o caen en los océanos, que ocupan la mayor parte de la superficie terrestre.
Los operadores de vuelo rusos habían perdido el control de Progress horas después de su lanzamiento hace una semana propulsado por un cohete Soyuz. El carguero espacial debería haberse acercado el 28 de abril a la Estación Espacial Internacional (ISS) para abastecerla, pero fracasó en su misión.
La pérdida de esta nave, que costó casi 500 millones de euros, constituye un duro golpe para el sector espacial ruso, aunque no pone en peligro a la tripulación de la ISS, que dispone de varios meses de reservas.
Una comisión de investigación debe aclarar las circunstancias del incidente, que parece haberse producido en el momento de la separación entre la nave y el cohete, había estimado el vicepresidente de Roskosmos, Alexandre Ivanov.
Los resultados de la investigación se darán a conocer antes del 13 de mayo, según la agencia espacial rusa.
Las agencias de noticias rusas, en base a fuentes de la industria aeroespacial rusa, anunciaron que la próxima misión espacial prevista el 26 de mayo podría aplazarse dos semanas a causa de los problemas registrados por la nave Progress.