INTERNACIONAL
tregua unilateral de putin ignorada

La Navidad ortodoxa llegó sin cese de la guerra entre Ucrania y Rusia

El presidente ruso había anunciado un la suspensión del fuego por 36 horas algo rechazado por Ucrania, que lo consideró una estratagema para reorganizar las fuerzas de Moscú, que chocan con las defensas ucranianas en la región del Donbás. Hubo duelos de artillería durante todo el día. En Kiev, la ceremonia principal fue oficiada por el patriarca de la Iglesia ucraniana, Epifanio, que se separó de su similar rusa antes de la guerra.

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Tregua unilateral de Putin ignorada. | afp

Tantos los ucranianos como los rusos celebraban ayer la Navidad ortodoxa sin que cesen los combates en varios frentes, a pesar de que el ejército ruso aseguró que respetaba la tregua unilateral decretada por el presidente Vladimir Putin.

El ejército ruso aseguró que tenía la intención de proseguir con la tregua hasta la medianoche del sábado, como estaba previsto, a pesar de ataques de artillería ucranianos. 

Sin embargo, las autoridades ucranianas ponen en duda la sinceridad de la tregua rusa y estiman que se trata de una táctica para ganar tiempo. Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido también criticaron la iniciativa.

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Periodistas presentes en Chasiv Yar, en el este de Ucrania, constataron reiterados bombardeos a lo largo de la mañana.

En Bajmut, epicentro de los combates situado más al norte, se escucharon duelos de artillería en ambas partes del frente, horas después de que se instaurara el alto el fuego unilateral decretado por Rusia.

No obstante, los cañonazos eran de menor intensidad en comparación con días anteriores.

Según la fiscalía ucraniana, dos personas murieron y trece resultaron heridas el viernes en Bajmut, una ciudad en gran parte devastada por los combates y donde ambos lados están sufriendo importantes pérdidas.

Las fuerzas armadas rusas bombardearon también la región de Jersón (sur) el viernes, matando a un socorrista e hiriendo a siete personas, informaron las autoridades ucranianas.

Luchas de capillas. Los dos países, en guerra desde febrero de 2022, celebraron ayer la Navidad ortodoxa, religión que profesa la mayoría de los ciudadanos rusos y ucranianos.

Por la parte rusa, Vladimir Putin asistió solo a la misa en una iglesia del Kremlin la medianoche del viernes, abandonando su costumbre de celebrar la liturgia en una provincia o en la periferia de Moscú.

En un mensaje divulgado por el Kremlin, el dignatario ruso felicitó a los cristianos ortodoxos e indicó que este día inspira “buenas acciones y aspiraciones”.

Las organizaciones eclesiásticas “apoyan a nuestros soldados que participan en una operación militar especial”, declaró el presidente ruso, utilizando el término oficial del Kremlin para designar la ofensiva en Ucrania.

Por la parte ucraniana, cientos de fieles asistieron ayer a una misa histórica con motivo de la Navidad ortodoxa en el célebre monasterio de las Cuevas de Kiev, que antes dependía del patriarcado de Moscú, pero que pasó ahora a manos de Ucrania debido a la guerra. 

Además, cientos de fieles asistieron a la liturgia que, por primera vez, fue oficiada por el metropolitano Epifanio, jefe de la Iglesia ortodoxa de Ucrania creada en 2018-2019 tras un cisma con la rusa, ofició una liturgia de Navidad en la catedral de la Asunción de este emblemático lugar del siglo XI, el más importante del país.

Los creyentes, entre ellos hombres con uniforme militar, se congregaron bajo una fuerte presencia policial. Los fieles debían mostrar sus pasaportes y cruzar detectores de metal.

Situado en la capital ucraniana, este monasterio acogió la sede de la Iglesia ortodoxa ucraniana que dependía del patriarcado de Moscú, pero rompió sus vínculos con Moscú en mayo.

A pesar de esta distancia, los responsables de esta rama están bajo presión de las autoridades ucranianas, que han llevado a cabo en las últimas semanas varios registros en centros religiosos y sancionado a eclesiásticos por tomar posiciones consideradas prorrusas.

El monasterio de las Cuevas de Kiev, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, también fue inspeccionado. En diciembre, se transfirió a la jurisdicción de la Iglesia ucraniana independiente de la rusa.

“Hemos esperado mucho tiempo para que este santuario nos fuera entregado. Es un acontecimiento verdaderamente histórico, que todos los ucranianos esperaban”, contó Veronika Martiniuk, de 19 años, que dirige el coro.

“Cada país tiene su iglesia. Y tenemos nuestra propia iglesia, está muy bien, una iglesia ucraniana, así debe ser”, abundó Oksana Sobko, una creyente de 47 años.

Entrega de armas. Incluso si hubiera sido respetado, el cese del fuego decretado por Putin sólo habría ofrecido 36 horas de respiro en un conflicto de gran intensidad, que dura ya casi 11 meses y sin solución a la vista.

Estados Unidos, principal apoyo del gobierno ucraniano, prometió el viernes una nueva ayuda militar de 3 mil millones de dólares a Ucrania, que incluirá vehículos de infantería Bradley, blindados para transporte de tropas y obuses.

“Este año victorioso apenas comienza”, afirmó la presidencia ucraniana, y precisó que el “paquete” estadounidense incluye también misiles de precisión Himars y antiaéreos Sea Sparrow.

Alemania anunció también el envío en el primer trimestre del año de cuarenta blindados “Marder” y Francia prometió el miércoles tanques de combates ligeros AMX-10 RC.

Los suministros de armas occidentales son cruciales para Ucrania y, entre otras cosas, le permitieron llevar a cabo una contraofensiva eficaz que expulsó a las fuerzas rusas de la región de Járkov en el noreste y de la ciudad de Jersón en el sur.

Con el invierno, el frente se halla en gran parte congelado. Sin embargo, Ucrania teme una nueva ofensiva rusa.