INTERNACIONAL
Nuevo desafio a Maduro

La oposición se lanzó con más piquetes a la “Toma de Venezuela”

La Mesa de Unidad Democrática cortó calles en varias ciudades del país, pero no organizó marchas. Hoy y mañana, nuevas protestas.

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Oposición en Venezuela | Afp

La oposición tomó ayer con precaución las calles de Venezuela, elevando su desafío al presidente Nicolás Maduro, quien prohibió las manifestaciones y las reuniones públicas, en la antesala de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, que se celebrará mañana. La gran Toma de Venezuela incluyó piquetes en las principales arterias de varias ciudades del país, pero no movilizaciones masivas, tras la amenaza del gobierno de encarcelar de 5 a 10 años a quienes afectaran la convocatoria electoral de constituyentes.

Horas después de convocar a los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a un frustrado diálogo, Maduro dijo que la oposición fracasó en su intento por sacarlo del poder. “Están derrotados, ríndanse señores de la MUD, están derrotados y el pueblo les va a dar una lección y un castigo el próximo 30 de julio, el pueblo los va a castigar con su voto, para que aprendan, para que se pongan serios”, declaró al canal estatal VTV.

Desde la otra vereda, el vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Freddy Guevara, aseguró que el pueblo seguirá firme en las calles pese a las amenazas y prohibiciones del régimen. “En toda Venezuela hay trancas –piquetes– y manifestaciones. Como decía Gandhi, nunca lograrán obtener nuestra obediencia y sin obediencia no hay poder que valga”, afirmó. El dirigente opositor también fustigó contra el ministro del Interior, Néstor Reverol, quien había anunciado la prohibición de manifestaciones y reuniones públicas hasta el martes.

El diputado opositor Luis Stefanelli advirtió que el régimen pretendía empujar a Venezuela hacia un abismo con el fraude constituyente. “Cuanto más decreten que  no podemos manifestarnos, más gente va a ir a la calle en respuesta. Las calles son del pueblo, que está dispuesto a luchar hasta el final por su libertad”, aseveró.

Decenas de opositores entraron a un colegio electoral en la localidad de Tovar, en el estado de Mérida, y quemaron las máquinas de votación y el material dispuesto para los comicios.

Más muertos. La Fiscalía General de Venezuela informó ayer que ya son 113 los muertos en las protestas, que llevan ya cuatro meses. Por su parte, suman 1.934 los heridos y más de 500 los detenidos. La última víctima fatal fue un policía identificado como Oneiver Quiñones, que murió ayer tras recibir un disparo en la cabeza en Ejido, estado de Mérida.

Legitimidad cuestionada. Los 545 asambleístas de la Constituyente serán chavistas, ya que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) rechazó la constitucionalidad de la convocatoria, que no fue sometida a un referendo, como sucedió en la reforma de 1999, cuando gobernaba Hugo Chávez. La oposición llamó a un “boicot” y pidió mantener las protestas hoy y mañana, pese a que el gobierno desplegará miles de militares para custodiar los centros de votación.

Dos de las preocupaciones de juristas y miembros de la oposición apuntan a la legitimidad de origen y a la duración que tendrá esa Asamblea Nacional Constituyente. “Las bases comiciales no establecen cuáles serán los plazos. Ellos están pensando en que ella sea una instancia de gobierno, cuánto más dure, mejor. Si tomamos en cuenta el derecho a la palabra de cada uno de los 545 constituyentes y sus proyectos mencionados en la campaña, elaboramos un promedio de 2 años y medio de constituyente”, afirmó a PERFIL Juan Manuel Raffalli, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Católica Andrés Bello.

La Asamblea comenzará a sesionar el próximo 2 de agosto y amenaza con disolver los poderes opositores, entre ellos la Asamblea Nacional y la fiscalía general, encabezada por la chavista crítica Luisa Ortega Díaz. De esa forma, el chavismo mantendría la hegemonía política en Venezuela, sin contar con la mayoría electoral en el país.