El aluvión de personas, en su mayoría mujeres y niños, que huyen de Ucrania por la guerra es de tal dimensión que en su vecina Polonia, destino de al menos la mitad de los 4,7 millones de refugiados ucranianos que registró hasta ahora la ONU, Varsovia, la capital, aumentó 17 veces su población. Como si Buenos Aires, en poco más de un mes, pasara a tener 12 millones de habitantes.
Ese fue el dato que dio la embajadora polaca en la Argentina, Aleksandra Piatkowska, en un encuentro organizado por la UCA del que también participaron los representantes diplomáticos de Rumania, la Unión Europea y el encargado de negocios de la embajada ucraniana.
Piatkowska explicó que las ciudades más cercanas a la frontera de más de 500 kilómetros de extensión entre ambos países incrementaron aun más su población. “Sin embargo, no hay centros de refugiados, ni carpas”, subrayó, excepto en las zonas fronterizas para la primera recepción de los refugiados. La razón: muchos ucranianos tienen familia o amigos en Polonia, y además muchos polacos abrieron sus hogares a los que huían de la guerra.
La embajadora Piatkowska recordó que Polonia y Ucrania tienen una larga historia compartida, tanto en tiempos de guerra como de paz. Describió a la injusta invasión de Rusia como un genocidio y destacó que el embajador polaco permaneció en Kiev después del inicio de la guerra, el único de un país de la UE. También subrayó que los refugiados ucranianos, con o sin pasaporte y/o documentación, pueden ingresar al país y permanecer hasta 18 meses en forma legal. Pese a estos esfuerzos, y los de otros países vecinos de Ucrania, como Rumania, que recibió a más de 720 mil refugiados, en el encuentro de la ONU se advirtió que quienes huyen de la guerra enfrentan otra batalla en materia de desempleo, educación, desarraigo, barrera idiomática y cultural, solo por nombrar algunos.
El encargado de negocios ucraniano, Sergiy Nebrat, agradeció a los países Polonia, Rumania y a la comunidad internacional por la recepción a los refugiados, afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, esperaba un “blitzkrieg” que nunca se produjo y elogió la resistencia de sus compatriotas a la invasión. “Rusia pensó que Ucrania no iba a luchar. Pero nosotros luchamos por nuestras familias, sus hogares, su territorio. Nosotros luchamos ahora por todos los países democráticos por la paz”, concluyó.