La fuerte respuesta de la presidenta argentina Cristina Fernández, en la cual calificó duramente la postura del primer ministro inglés David Cameron ha generado importantes comentarios en los diarios londinenses y también una aclaración por parte del Foreign Office.
Recordemos que la presidenta argentina había retrucado hace dos días un enunciado del primer ministro David Cameron en el Parlamento Británico, en el cual sostuvo que la soberanía de las Islas Malvinas no estaba abierta a negociación alguna. “Si las islas quieren ser británicas, deberían seguir siendo británicas, punto final a esta discusión” le había respondido Cameron al diputado conservador Andrew Rossindell durante una ronda de preguntas y respuestas en el Parlamento inglés. Cristina tomó dichas palabras como “un gesto de mediocridad y estupidez”.
Pues bien, en el día de ayer un vocero del primer ministro Cameron aclaró a los medios británicos que le consultaron sobre la respuesta argentina y las palabras del ministro: “que no es novedad que no estamos de acuerdo con los argentinos. Lo que el primer ministro hizo en el Parlamento fue mantener nuestra conocida postura sobre las Islas Malvinas (Falklands para los ingleses) y defender su derecho a la autodeterminación”.
Lo que el gobierno inglés nunca quiere mencionar públicamente es la continua presión por parte de los organismos internacionales -incluyendo a las Naciones Unidas-, que reiteradamente en su Comité de descolonización (y la semana que viene lo hará de nuevo) viene emitiendo resoluciones para que ambas partes inicien una negociación en un breve plazo. Es notable que países centrales eviten en dicho seno barrer bajo su propia alfombra, pese a conservar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, sillas especiales en el Consejo de Seguridad.
Pero interesante fueron también algunas respuestas en varios medios británicos quienes en muchos artículos que han salido en las últimas horas consideran aún probable una escalada militar argentina, algo que sorprende, ya que la postura de Buenos Aires es ciertamente conocida en torno a reiniciar un diálogo.
El conocido periódico The Guardian tituló “La presidenta argentina ridiculizó al premier Cameron”. En su artículo luego de resaltar los dichos de la mandataria se resalta la postura del Almirante Woodward –que fuera el comandante de la flotilla del 82- quien afirma que la armada inglesa estaría ahora sin un portaaviones operable y alerta que las islas podrían quedar indefensas. El Ministerio de Defensa –según resalta el artículo- contradijo los dichos de Woodward como “no sustentables”.
El Telegraph por su parte tomó muy en serio las palabras de la mandataria argentina relacionadas con “una potencia en declive” y expuso una fuerte respuesta conservadora a los dichos de Fernández de Kirchner. Según un artículo firmado por el analista de Fox News, Nile Gardiner: “la presidenta de ese orgulloso país y ahora aliada con Chávez, sabe bien lo que es caer en decadencia. Bajo su reino la inflación ha subido a niveles increíbles, las inversiones y la confianza ha caído, y hasta copia el modelo chavista golpeando la libertad de prensa, algo seriamente preocupante. Su ataque contra Inglaterra es una copia más de lo que suelen hacer Bolivia, Cuba y Nicaragua llamándonos imperialistas” define el autor de la nota.
Mucho peor fue en su análisis el popular The Sun, periódico de alta venta en Inglaterra pero con titulares elocuentes. “Los argies vociferan y llaman al Reino Unido decadente” afirma su editor político Graeme Wilson. El artículo recorre las expresiones de la presidenta argentina pero también hace mención a los insultos que surgen desde Puerto Stanley contra la mandataria, muchos de ellos de carácter personal.
En cambio en la capital norteamericana el Washington Post resalta que el gobierno argentino ha venido buscando el diálogo durante mucho tiempo y que ha vuelto a pedirlo durante la visita de Ban Ki Moon a Buenos Aires días pasados. Y destaca que la presidenta argentina “ha considerado la expresión del Primer Ministro inglés como un gesto de arrogancia”.
* Especial para Perfil.com, desde Washington.