El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva viajó hoy a Japón para participar mañana de una sesión ampliada de la cumbre del G8 que analizará cuestiones relacionadas con el cambio climático y en la que se espera realice una encendida defensa del etanol, del que Brasil es el segundo productor mundial.
Al mandatario le tocará defender al biocombutible de los embates de algunos sectores del G8 que, aunque reconocen que el gas podría reducir las emisiones contaminantes, advierten que tiene efectos negativos y muy peligrosos sobre el precio de los alimentos.
En el marco de una campaña mundial por convertir al país en una potencia alimentaria, Lula se reunirá hoy con los líderes de China, India, México y Sudáfrica, con los cuales participará mañana de la sesión ampliada . Aunque el mandatario no ha hecho declaraciones por ahora, pero el G5 tiene prevista una conferencia de prensa a las 18.30 locales.
" Brasil no aceptará ese argumento atravesado de que el biocombustible provoca inflación de los alimentos. Estoy yendo a Japón, a la reunión del G8, sólo por eso", afirmó recientemente Lula.
Brasil defiende la producción de biocarburantes en países pobres como fuente de ingresos y fabrica su etanol a partir de caña de azúcar, mientras Estados Unidos –primer productor mundial- utiliza maíz.
A diferencia de Washington, Brasilia no subsidia su producción de etanol, asegura que cultiva la caña fuera de la selva tropical y que ésta ocupa sólo un 0,4% del territorio nacional, contra el 7% en Europa.
Mientras que la Unión Europea (UE) se fijó como meta aumentar el porcentaje de biocarburantes en el transporte a 10% de aquí a 2020, el gobierno británico anunció ayer que bajará el ritmo de expansión de los biocombustibles luego de que un informe del Banco Mundial filtrado a la prensa indicara que la explosión del cultivo de carburantes vegetales es responsable en un 75% del encarecimiento de los alimentos.
"No hay duda que (el uso de biocarburantes) tiene un efecto" en el precio de los alimentos, dijo el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, al margen de la cumbre del G8. No obstante, defendió el desarrollo de biocombustibles de segunda generación fabricados a partir de partes no comestibles de plantas.
Fuente: AFP