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La unificación de Corea, el nuevo objetivo de Francisco

Bergoglio analiza viajar a Seúl y luego pedirle a Corea del Norte el fin de la división producida por el enfrentamiento de 1953.

Todo el mundo. El papa argentino recibió ayer a una delegación de Sri Lanka en el Vaticano.
| AP

afp/ap/dpa Desde el Vaticano

La agenda internacional del Papa Francisco no se detiene. Tras evitar que Estados Unidos atacara Siria y anunciar un viaje oficial a Medio Oriente, Jorge Bergoglio evalúa la posibilidad de visitar Corea del Sur en agosto, después de aprobar la beatificación de 124 mártires cristianos de esa nacionalidad. En esa incursión, el Pontífice haría un llamado al régimen comunista de Pyongyang, para pedir por la reunificación de la península, dividida desde que estalló la guerra que tuvo lugar entre 1950 y 1953.

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Durante el mes pasado, voceros del jefe de la Iglesia Católica deslizaron que el Papa estudiaba ir a Corea del Sur en agosto. Ahora, Asia-News, la agencia de noticias de la división misionera del Vaticano, precisó que la aprobación papal del decreto de beatificación a los más de 10 mil mártires coreanos aumenta la probabilidad de ese viaje. Francisco ya tiene prevista una peregrinación a Medio Oriente a fines de mayo, donde visitará Jerusalén.

El Sumo Pontífice recibió ayer en audiencia privada al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y aprobó la promulgación de decretos, entre ellos uno que reconoce el martirio de laicos coreanos. Se trata de Paul Yun Ji-Chung y sus 123 compañeros, que fueron asesinados “por odio a la fe” en Corea, de acuerdo al texto del decreto, entre 1791 y 1888.

Según la agencia de noticias, aún no hay una confirmación oficial del viaje, pero hay muchas chances de que se concrete. El Vaticano estaría estudiando la agenda de Francisco en ese país, que incluiría reuniones institucionales en Seúl y en la diócesis de Daejeon de cara a las celebraciones organizadas por el Día de la Juventud Asiática. Además, el 18 de agosto, antes de partir de regreso a Italia, podría pronunciar un mensaje “completamente dedicado a Corea del Norte, una especie de llamado directo a Pyongyang por la paz y la reunificación”, según adelantaron ayer desde la Santa Sede.

La visita del Papa a Corea del Sur confirmaría la atención del Pontífice a la Iglesia local, que sufrió un siglo de persecución en sus 230 años de vida. La persecución a cristianos en el mundo es un tema de continua referencia del Sumo Pontífice.

Mientras el Papa analiza su estrategia diplomática para acercar a ambos sectores, los gobiernos de Seúl y Pyongyang reanudaron esta semana las negociaciones para organizar un próximo encuentro de familiares, separados hace sesenta años de los dos lados del paralelo 38, que divide ambas naciones desde que se firmó la tregua del conflicto bélico.

Un año después de la renuncia de Benedicto XVI, el papa Francisco ha abierto varios frentes para reformar la Iglesia, ha imprimido al papado un nuevo estilo, más cercano, y sigue de cerca la actualidad internacional. Y en su residencia de Santa Marta nombra comisiones para reflexionar sobre la reforma del banco o de la administración vaticana y mira hacia el mundo