Dos cucharadas de atún y medio vaso de leche cada 48 horas. Esa fue la dieta de los 33 mineros atrapados en el fondo de la mina San José, a 700 metros de profundidad, desde el 5 de agosto cuando se produjo el derrumbe. La dieta obligada hizo lo suyo: se calcula que bajaron unos siete kilos en promedio. Además, tienen problemas con la exposición a la luz y por la falta de ventilación. Ni bien se logró establecer comunicación con ellos, los trabajadores pidieron desodorante, cepillos y pasta de dientes, gotas para los ojos, comida y cerveza -que se les negó-, entre otras cosas, según informó La Nación.
Las autoridades confirmaron que ahora comienza la etapa de supervivencia para mantenerlos con vida. Por esa razón las autoridades establecieron un protocolo de alimentación. La misma se basa en agua glucosada para comprobar su tolerancia oral hasta que sean capaces de alimentarse normalmente. Debido a los problemas de ventilación, anoche también se les envió tubos de oxígeno. De la misma manera, desde mañana, los familiares podrán enviarles mensajes personales.
Existe temor de un derrumbe a nivel psicológico y por eso no se les comunica cuánto demorarán las acciones de rescate pero los expertos presumen que con el correr de los días, algunos se quiebren.
Luego comenzará la tercera etapa, la del rescate. Esta podría tomar varios meses y será tarea de la perforadora Raisebore Strata 950, que comenzará en las próximas horas a taladrar un ducto de más de 60 centímetros de diámetro, por el cual podrían salir los mineros.
La intención es abrir un boquete por donde apenas pase un hombre. Los mineros trabajarán en su rescate. Harán tareas de limpieza y armado. Cuando todo esté listo, los sacarán de a uno en una canasta. Pero llegar hasta ellos puede tomar meses, como señaló a Clarín el jefe del operativo.
El refugio lo están usando poco, ya que tiene problemas de ventilación. La temperatura promedio es de unos 27 grados y todos están sin camisa por el calor. Pero aire llega bien por otras grietas.La luz la obtienen gracias a dos camionetas que quedaron abajo y a equipos de energía, según informó Clarín.
Mensajes. Si bien la parte física es importante, los mineros también recibirán apoyo psicológico. Esta semana se introducirá un auricular por el que recibirán consejo y ayuda moral. Además sus familias podrán comunicarse con ellos a través de mensajes escritos. El Ministerio de Salud anunció que pidió asesoría a la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) para que den su opinión sobre la supervivencia de personas en ambientes con poco oxígeno.
Capital. El empresario Leonardo Farkas, que hasta se animó a lanzarse a la presidencia, se apareció ayer en la zona del desastre y regaló 10.000 dólares a cada una de las 33 familias. Además hizo un llamado a completar un millón para cada minero. "El gol mío es llegar a un millón de dólares por cada uno de estos trabajadores", indicó el empresario minero, dueño de Compañía Minera Santa Fe y Santa Bárbara.
Los ejecutivos de la minera San Esteban Primera SA, en tanto, deslizaron la posibilidad de declarar la quiebra y no pagar los sueldos de los trabajadores atrapados. La noticia provocó la indignación del presidente Sebastián Piñera, quien advirtió que llegará hasta las últimas consecuencias en el castigo a los responsables.