En el marco de las elecciones legislativas que se desarrollan este martes en Estados Unidos, el Gobierno norteamericano desplegó una serie de dispositivos para evitar el fraude electoral y preservar el derecho a voto, en especial de las minorías, que son las más perjudicadas por las prácticas antidemocráticas.
En este sentido, el Departamento de Justicia de EEUU, anunció que habilitó varios números de teléfono para recibir quejas de votantes relacionadas con violaciones de la ley electoral; reclamos que también se podrán hacer vía fax, por correo electrónico y por la página web del Departamento de Justicia.
El fiscal general del país, Jeff Sessions, recalcó que centrará los recursos del Departamento de Justicia en garantizar el cumplimiento del derecho a sufragio. "El fraude en el proceso de voto no será tolerado. El fraude corrompe la integridad de las elecciones", aseguró a través de un comunicado.
"Este año estamos usando cada herramienta legal que tenemos, tanto civil como penal, para proteger los derechos de millones de estadounidenses para emitir su voto sin trabas en cada uno de los más de 170.000 distrito en EE.UU.", subrayó.
A su vez, la División de Derechos Civiles se abocará a recopilar información sobre distintos aspectos, como, por ejemplo, "si los votantes son objeto de requisitos electorales o procedimientos diferentes en base a la raza, el color o su pertenencia a grupos que empleen lenguas minoritarias".
En concreto, la División se encargará de velar por los posibles conflictos que puedan experimentar las minorías a la hora de votar y de garantizar que se cumpla la Ley de Derechos Electorales de 1965. Esa norma fue elaborada para garantizar que los afroamericanos pudieran ejercer su derecho al voto en los estados del sur, que contaban con amplias restricciones al respecto.
EFE/MS/