Desde Montevideo
Aunque no se llaman PASO, en Uruguay hay internas abiertas y simultáneas, que se realizarán el 30 de junio. No son obligatorias, pues el voto vinculante llega después, durante las elecciones presidenciales, que este año coincidirán por primera vez con las argentinas, el 27 de octubre. Pero el panorama político ha cambiado severamente en este lado del Plata, donde los mandatos duran cinco años, y evitar el ballottage demanda el 50% más uno de los votos emitidos.
Blancos. En primer lugar, el Partido Nacional –gran animador de las internas durante los últimos quince años– parece consolidar el liderazgo de Luis Lacalle Pou. Por eso, las disputas de 2004, 2009 y 2014, cuando el electorado acudió en masa a definir entre Lacalle Pou y Jorge Larrañaga o entre Larrañaga y Luis Alberto Lacalle Herrera, no se repetirán.
Ahora, el surgimiento de Juan Sartori, un candidato joven, sonriente, moderno y bien asesorado que desconoce aspectos básicos de la realidad nacional y cuyos presuntos lazos con la oligarquía rusa vinculada a Putin han levantado suspicacias en el círculo rojo, será un factor a considerar.
Colorados. Más parejo estará el Partido Colorado, que antes tenía internas testimoniales en las que el favorito arrasaba. La emergencia de Ernesto Talvi, un doctor en Economía de la Universidad de Chicago de centroderecha en lo económico y progresista en lo político y lo social, ha sido inesperada tanto por los números que arrojan las encuestas como por el hecho de que no quiso acordar con un dirigente histórico: Julio María Sanguinetti. ¿Resultado? A sus 83 años, el dos veces ex presidente disputará la interna más atractiva.
Frente Amplio. ¿Qué pasará en esta instancia con el gobernante Frente Amplio? En 2004 el doctor Tabaré Vázquez fue candidato único, en 2014 aplastó a la socióloga Constanza Moreira, y en 2009 José Mujica cosechó el 52% de los votos, imponiéndose cómodamente al contador Danilo Astori. Una curiosidad: ninguno de ellos es abogado. Otra: quienes pueden ganar la interna de 2019 son ingenieros. Por un lado, el moderado Daniel Martínez y, por otro, Carolina Cosse, que cuenta con el apoyo de Mujica.
Un renacer sorpresivo. El consultor político Federico Irazábal sostiene que seguramente en el próximo período no habrá mayorías parlamentarias, y agrega: “Para la segunda vuelta, Martínez es más captador de votos no frenteamplistas que Cosse, y Lacalle Pou está más cerca del centro que hace cinco años”.
Consultado por PERFIL respecto de la interna colorada, opina: “La candidatura de Sanguinetti es una respuesta al intento refundancional de Talvi de quedarse con el Partido Colorado, que había quedado acéfalo y muy debilitado electoralmente tras el alejamiento de Pedro Bordaberry. La extracción socialdemócrata quedó desairada cuando Talvi no recibió a varias figuras sanguinettistas. Pero él no es un neoliberal ni un liberal conservador, sino un liberal progresista que quiere continuar con la línea de Jorge Batlle”.
Para el sociólogo, Sanguinetti ganará la interna, pero la victoria no le asegurará más que el 7% del total de los votos. Pero “ser el principal socio del Partido Nacional en un eventual gobierno de coalición es la razón por la que decidió incorporarse a la pelea”.
Respecto de los tradicionales errores de medición que se han dado más en las internas que en las presidenciales, Irazábal concluye: “El margen de error es el mismo en todas las encuestas, aunque en Uruguay las internas no son obligatorias y entran en juego una serie de factores que afectan el voto final de los ciudadanos entre el momento mismo de la muestra y la elección. En este caso, el 30 de junio será un día frío y habrá gente pendiente de la Copa América. Y, como quedó demostrado tras el mal manejo comunicacional del Partido Popular que siguió al atentado de Atocha, las encuestas dan un diagnóstico del estado de situación de la sociedad en relación a un tema sin poder predictivo”.