Las imágenes del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, saliendo de su residencia con un chaleco antibalas y esposado de pies y manos, dieron la vuelta al mundo este martes 15 de febrero. La Policía Nacional lo detuvo luego de que un juez ordenó su captura, tras una solicitud de extradición de Estados Unidos que lo acusa de vínculos con el narcotráfico.
Horas antes, el exmandatario de derecha había publicado en su cuenta de Twitter (@JuanOrlandoH) un audio donde afirmó que estaba “presto y listo para colaborar” y entregarse voluntariamente. "No es un momento fácil, a nadie se lo deseo", aseveró.
Hernández de 53 años de edad, gobernante del país centroamericano entre 2014 y enero de 2022, no opuso resistencia. Desde su vivienda en Tegucigalpa lo trasladaron a la sede de las Fuerzas Especiales para que un médico lo evaluara, antes de presentarlo frente al juez Edwin Ortez Cruz, quien emitió la orden de arresto provisional en su contra.
Ante la petición de EEUU que se conoció el lunes 14 de febrero, la Corte Suprema de Justicia de Honduras (CSJ) convocó a una sesión virtual a los 15 magistrados y designó a Ortez Cruz para evaluar el caso.
¿De qué acusan a Juan Orlando Hernández?
Al expresidente se le acusa de "conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos (...) con la intención y el conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente a los Estados Unidos", reseñó AFP.
También es señalado de "usar o portar armas de fuego, o ayudarle a instigar al uso, el porte y la posesión de armas de fuego (...) ametralladoras y dispositivos destructivos". Un tercer cargo es por "conspiración para usar o portar armas de fuego (...) en apoyo a la conspiración de importación de narcóticos" a EEUU.
En "la conspiración, transportó aproximadamente 500 toneladas de cocaína a través de Honduras con destino a Estados Unidos" y recibió sobornos del capo mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, refiere una nota de la embajada de Washington en Tegucigalpa.
Hernández ha rechazado los cargos. Argumentó que él ha sido el presidente hondureño que más combatió a los cárteles, con apoyo de las agencias de EEUU y atribuyó las acusaciones en su contra a “una venganza" de los capos procesados en el país norteamericano, añadió AFP.
El expresidente precisó que durante su gestión se extraditaron 28 capos y que otros 31 se entregaron a EEUU, además de que se incautaron 41.240 kilos de cocaína entre 2014 y 2021.
¿Es un hecho la extradición?
La detención de Hernández se realizó como parte de un operativo de las fuerzas del orden hondureñas, con apoyo de agencias estadounidenses, incluida la Agencia Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés), indicó la policía en un comunicado.
El siguiente paso es que el juez Edwin Ortez Cruz evalúe la información que remitió los EEUU para decidir sobre la extradición, explicó el portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Melvin Duarte.
"Normalmente lo que ha ocurrido es que cuando ya está ubicada la persona casi de inmediato se señala la audiencia preliminar", expresó y agregó que en otros casos los procesos de extradición no demoraron más de cuatro meses.
La defensa del exmandatario denunció a medios de televisión locales que este sufrió un “atropello”, reseñó BBC Mundo. El abogado Hermes Ramírez alegó, además, que Hernández goza de inmunidad al pasar a integrar el Parlamento Centroamericano (Parlacen), tras entregarle la presidencia a la izquierdista Xiomara Castro el 27 de enero pasado.
Un hermano condenado por narcotráfico
Durante el juicio por narcotráfico realizado en Nueva York contra su hermano, el exdiputado Juan Antonio "Tony" Hernández Alvarado, condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua, un fiscal de Manhattan dijo que Juan Orlando Hernández recibió millones de dólares en sobornos de narcotraficantes a cambio de protección, incluido el "Chapo" Guzmán.
El entonces mandatario respondió en su twitter que: "Esa alegación en sí es 100% falsa, absurda y ridícula”.
Más tarde, en el juicio del narco hondureño Geovanny Fuentes, un testigo contó que escuchó a Hernández jactarse de que iba a "meter la droga a los gringos en sus propias narices" y no se iban "a dar ni cuenta", contó AFP.
Durante su mandato, la oposición lo calificó de "dictador" y lo acusaron de haberse enriquecido en el gobierno. También lo acusan de eludir la prohibición constitucional de un segundo mandato, ampliando su control sobre los poderes del Estado, incluyendo la justicia, que avaló su candidatura, y el Tribunal Supremo Electoral, que proclamó su victoria.
Su ascenso al poder
Nacido el 28 de octubre de 1968 en el seno de una familia rural de clase media baja en el departamento occidental de Lempira, Juan Orlando Hernández ingresó a la política en 1990 como asistente de su hermano Marco Augusto en la secretaría del Congreso.
Desde 1998 se mantuvo como diputado y durante el gobierno de Porfirio Lobo (2010-2014), ocupó la presidencia del Congreso. En ese cargo promovió la sustitución de cuatro de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional, los que posteriormente dieron lugar a su reelección presidencial.
Como líder del Congreso creó la Policía Militar de Orden Público con 5.000 efectivos seleccionados de batallones militares, que la oposición consideró un ejército personal del mandatario.
En 2014 Hernández se convirtió en el presidente más joven de Honduras, un país empobrecido y azotado por narcotraficantes y pandillas que llegaron a convertirlo en el más violento del mundo, con una tasa cercana a los 80 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Como presidente impulsó programas de compensación social como la "bolsa solidaria" de alimentos y programas de vivienda para las familias más pobres, pero sus detractores lo consideraron un mecanismo para comprar conciencias y votos.
El exmandatario egresó como subteniente de infantería del Liceo Militar del Norte, en San Pedro Sula, y aún es reservista. Se graduó de abogado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y cursó en Nueva York una maestría en Administración Pública. Está casado con la abogada Ana García, con quien tiene cuatro hijos.
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