Las elecciones municipales que Brasil celebra el domingo serán el primer round electoral entre la derecha, encabezada por candidatos afines al presidente Jair Bolsonaro, quien aún no tiene partido, y el eje de izquierda conformado por el Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio da Silva y sus potenciales aliados. La primera vuelta para que los brasileños elijan a los alcaldes y concejales de los más de 5.500 municipios del país estará marcada además por la pandemia de coronavirus, que dejó más de 5,6 millones de infectados y casi 163 mil muertos, y por una profunda crisis económica.
Candidatos con influencia religiosa y con énfasis en un discurso de seguridad pública -muchos de ellos ex policías o ex militares corren con ventaja tras la victoria del ex capitán del Ejército en 2018. La consolidación de un mapa político más hacia la derecha, sin embargo, no puede ser leído como un anticipo de la elección presidencial de 2022 ni como una victoria de Bolsonaro.
Los candidatos respaldados por Bolsonaro en los grandes colegios electorales de San Pablo y Rio de Janeiro, por ejemplo, se ubican segundos en las encuestas, en empate técnico con los terceros y muy por debajo de los líderes: el alcalde Bruno Covas (del centrista PSDB) y el ex alcalde Eduardo Paes, de DEM, el partido de derecha del presidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia.
Bolsonaro, cuya popularidad subió en las últimas semanas al 52%, venció al PT en 2018 y se hizo con la presidencia inscrito en el Partido Social Liberal (PSL), su novena agrupación en treinta años de carrera política, el cual abandonó durante su primer año de gobierno. Si bien anunció la creación de la Alianza por Brasil, la agrupación aún no fue oficializada.
Baja participación
Brasil tiene unos 147,9 millones de electores. Con una campaña más fría que los años anteriores debido a la pandemia y con la crisis económica como telón de fondo, los analistas prevén una participación baja. Aunque el voto es obligatorio, este año los electores podrán justificar su ausencia por internet y la multa por no comparecer sin justificativo es inferior al precio de un boleto de colectivo.
Un sondeo reciente del Instituto de la Democracia reveló que el 53% de los brasileños estaba "poco interesado" en la votación y un 27% dijo que tenía miedo de ir a las urnas por la propagación del Covid-19.
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PT en declive, pero con aliados
Al mismo tiempo que el PSL, que era de Bolsonaro, no se consolidó como fuerza política, el PT del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, sigue provocando altos índices de rechazo y sus candidaturas están en riesgo de naufragar en las municipales. Salpicado por los escándalos de corrupción, el partido vivió en las elecciones municipales de 2016 la peor derrota electoral de su historia al perder 60,2% de las alcaldías conquistadas cuatro años antes.
Pero algunos candidatos de izquierda, que militaron por la libertad de Lula y se aliaron al PT en las últimas presidenciales, pueden dar el gran batacazo. En San Pablo, el mayor colegio electoral del país, lidera la última encuesta de Ibope el alcalde Bruno Covas, del PSDB, con 32% de intención de voto, seguido por un empate técnico entre el izquierdista Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, con 13%, y el periodista conservador Celso Russomano, con 12%, el candidato apoyado por Bolsonaro.
En tanto, Manuela D’Avila, ex candidata a vicepresidenta de Fernando Haddad, es la favorita en Porto Alegre. La dirigente del Partido Comunista de Brasil tiene un 27% de las preferencias y aspira a ganar la capital de Río Grande do Sul.
En Recife, capital de Pernambuco, habrá una disputa familiar entre los herederos del ex gobernador y candidato presidencial Eduardo Campos, que murió en un accidente en 2014. Según los últimos sondeos, Joao Campos, su hijo y candidato del Partido Socialista Brasileño, tiene un 33% de apoyos, mientras que Marilia Arraes, del PT y prima de Eduardo Campos, lo secunda con el 21%. La postulante del partido de Lula es nieta del ex gobernador Miguel Arraes.
De acuerdo con los sondeos electorales, la mayoría de las elecciones irá a la segunda vuelta, que se celebrará el 29 de noviembre si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, es decir más de la mitad de los votos válidos.
LD/MC