Los armenios abandonan Nagorno Karabaj en un éxodo dramático

El éxodo de los armenios de Nagorno Karabaj continuó este viernes, pese a que las autoridades de Azerbaiyán les instaron a permanecer en el territorio separatista que el jueves anunció la disolución de su república tras la derrota militar. Sobre el final del día, un total de 98.625 personas desplazadas se habían exiliado de Arzaj, como la llaman los armenios, a Nagorno Karabaj, donde antes vivían 120 mil personas.

Más de 20 mil vehículos cruzaron a Armenia y se registraron casi 75 mil personas. Un total de 405 pacientes se encuentran actualmente en diversas instituciones médicas de Armenia recibiendo tratamiento luego de los ataques y bombardeos de Azerbaiyán del 19 de septiembre. Además, hay diez niños en la unidad de cuidados intensivos, cinco de ellos se encuentran en estado grave y uno en situación extremadamente grave.

Ante este éxodo masivo, Naciones Unidas enviará este fin de semana su primera misión humanitaria al enclave en treinta años para evaluar las necesidades de las personas que se quedaron como las que se fueron. 

En su huida por la única carretera que conecta este territorio con la república de Armenia, al menos 170 personas murieron en una explosión el lunes de un depósito de combustible, según un nuevo balance difundido este viernes por la policía de las fuerzas separatistas. Un anterior balance dio cuenta de 68 muertos fallecidos y un centenar de desaparecidos.

Samvel Hambardsioumián esperaba en la gasolinera para conseguir combustible. “Había nueve personas delante mío en la fila. Si no hubieran estado ahí, estaría carbonizado”, explicó a AFP este hombre de 61 años, padre de nueve hijos, con el rostro parcialmente quemado y las manos vendadas, en un puesto de la Cruz Roja de la ciudad armenia de Goris, cerca de la frontera.

La ofensiva relámpago lanzada por las fuerzas de Azerbaiyán llevó a capitular a los separatistas armenios el 20 de septiembre. Cerca de 600 personas murieron.

Las autoridades de Artsaj, por su parte, se reunieron con representantes del gobierno de Azerbaiyán, en lo que constituyó el tercer encuentro desde el comienzo de los ataques azerbaiyanos. No se informó a la prensa sobre lo discutido durante la reunión.

Recuerdos quemados. Esta derrota desató un éxodo de decenas de miles de civiles armenios de este enclave que se encuentra dentro de las fronteras internacionales de Azerbaiyán y fue escenario de dos guerras, una a principios de los 1990 y la otra en 2020. Las autoridades de la república conocida por los armenios como Artsaj decretaron el jueves su autodisolución a partir del 1° de enero próximo. 

El anuncio fue acogido con dolor en la república de Armenia, donde los opositores al primer ministro, Nikol Pashinyan, convocaron una manifestación ayer por sus acusaciones de que podría haber hecho más durante la crisis.  

Y es que los armenios de Nagorno Karabaj temen represalias de Azerbaiyán, a pesar de que el presidente Ilham Aliyev aseguró más de una vez que garantizaría sus derechos.

Nagorno Karabaj, de mayoría armenia y cristiana, hizo secesión de Azerbaiyán, de mayoría musulmana, durante la desintegración de la Unión Soviética. Fue Josep Stalin quien había incluido ese territorio en la república azerí. 

Desde entonces los armenios de este territorio, que contaron con apoyo de Ereván, estuvieron enfrentados al poder de Azerbaiyán, que a su vez cuenta con el apoyo de Turquía. 

Entre los refugiados que AFP entrevistó en la ciudad armenia de Goris, todos coinciden en la “crueldad” de esta última contienda, y en el terror que sienten ante la llegada de los soldados enemigos.

Muchos de ellos, en esta región militarizada donde todos los hombres tienen experiencia del ejército y el combate, dicen haber quemado sus uniformes, documentos militares e incluso sus recuerdos.

“Las fotos de familia, nuestros recuerdos, los libros de historia de nuestros héroes. No queremos que los azerbaiyanos los ensucien”, cuenta una joven, que se identificó como Larissa.

Una convivencia imposible. “Nadie cree en una convivencia entre ambas comunidades. Ni los armenios ni los azerbaiyanos están preparados para esa opción”, apunta Bayram Balci, investigador de la escuela francesa de ciencias políticas Sciences Po. 

Pashinyan acusó al país vecino de “limpieza étnica” y avisó de que en los próximos días ya no quedarán armenios en el enclave, pero Bakú lo niega y dice que se están yendo “por su propia voluntad”. Según Ereván, el miedo de los habitantes se ha visto atizado por “detenciones ilegales” entre las columnas de los civiles que huían.

Los servicios de seguridad de Azerbaiyán anunciaron el viernes que detuvieron al general armenio Davit Manukián acusado de actos de “terrorismo” en Nagorno Karabaj. “Cuando el gobierno (azerbaiyano) dice que va a tratar bien a los armenios, y con dignidad, es totalmente falso”, advierte Zhala Bayramova, abogada especializada en derechos humanos e hija de un opositor encarcelado.

Ayuda internacional. El gobierno de Francia envió 5 toneladas de ayuda humanitaria a Armenia que se entregará a los desplazados por la fuerza de Nagorno Karabaj. España destinará 1 millón de euros en ayuda humanitaria, anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. “Nuestro apoyo y solidaridad con la población armenia de Nagorno Karabaj. Realizamos una aportación inicial de 1 millón de euros a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo para ayuda humanitaria. Hay que respetar sus derechos y garantizar la llegada de ayuda internacional”, sostuvo.

Canadá, por su parte, proporcionará 2,5 millones de dólares según informó Global Affairs Canada. “Canadá está profundamente preocupado por el rápido aumento de las necesidades humanitarias derivadas de la crisis en Nagorno Karabaj que ha obligado a más de 70 mil personas a huir a Armenia desde la semana pasada, una cifra que aumenta diariamente. Hoy, el Honorable Ahmed Hussen, ministro de Desarrollo Internacional, y la Honorable Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores, anunciaron que Canadá ha proporcionado 2,5 millones de dólares en fondos de asistencia humanitaria al Comité Internacional de la Cruz Roja para abordar las necesidades urgentes derivadas de la crisis. Esta financiación ayudará a proporcionar servicios de salud de emergencia, asistencia alimentaria y nutricional, servicios de protección y otros tipos de asistencia para salvar vidas”.

Dinamarca destinó 1 millón de coronas a Armenia a través de la Cruz Roja para proporcionar ayuda humanitaria a las personas desplazadas por la fuerza de Nagorno Karabaj, según dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores danés en un comunicado.

El Reino Unido también anunció una financiación adicional para el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para “proporcionar medicamentos vitales, asistencia sanitaria y otro tipo de apoyo esencial a personas vulnerables en Nagorno Karabaj y la región en general”. “La financiación de 1 millón de libras también apoyará al CICR en sus esfuerzos por transportar a los heridos y ayudar a las familias desplazadas a mantenerse en contacto”.