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coletazos del rusiagate

Los ‘Cuadernos de Trump’: recrudece su calvario legal y político

El presidente criticó ayer al fiscal Sessions por la investigación sobre la trama rusa. Condenados y arrepentidos cierran el cerco sobre la Casa Blanca.

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Todo el peso de la ley. El líder republicano pidió que la Justicia investigue “toda la corrupción del otro lado”. Alertó sobre una crisis económica si es sometido a un juicio político. | afp

Jaqueado por el avance de la Justicia contra sus principales asesores e incluso contra miembros de su familia, el presidente Donald Trump pasó a la ofensiva, al agitar el fantasma del impeachment como un método para movilizar a sus bases en las elecciones de medio término de noviembre y alertar sobre su efecto negativo en la economía. Su última jugada fue redoblar las críticas a su fiscal general, Jeff Sessions, quien se inhibió de investigar el Rusiagate por haber omitido contactos con funcionarios rusos durante la campaña de 2016.

En una catarata de mensajes en su cuenta de Twitter, el jefe de Estado aludió ayer a un comunicado que difundió Sessions un día antes. “‘El Departamento de Justicia no será influenciado inapropiadamente por consideraciones políticas’. Jeff, esto es genial, lo que todos quieren, así que investiga toda la corrupción del ‘otro lado’”, disparó, en tono irónico. El fiscal general había rechazado la presión de la Casa Blanca a la investigación que lidera el fiscal especial Robert Mueller.

Trump enumeró ejemplos de un supuesto “juego sucio” que deberían ser investigados por el Departamento de Justicia: los correos electrónicos de Hillary Clinton que fueron eliminados, las “mentiras y filtraciones” del ex director del FBI James Comey, y los supuestos “conflictos” de intereses de Mueller, que investiga si hubo una colusión de Trump con el Kremlin durante la campaña. “¡Vamos Jeff, puedes hacerlo, el país está esperando!”, agregó.

Semana difícil. El líder republicano afrontó su peor semana en tribunales. Su ex jefe de campaña, Paul Manafort, fue condenado por ocho delitos, entre ellos fraude impositivo y bancario. El lobista podría pasar décadas en prisión, a menos que obtenga una reducción de su pena por colaborar con la Justicia.

El abogado Michael Cohen, por su parte, se declaró culpable de violar en 2016 la ley de financiamiento electoral, al desviar dinero de la campaña para comprar el silencio de dos mujeres que habrían mantenido relaciones extramaritales con Trump. Cohen selló un acuerdo con la fiscalía tras afirmar que el por entonces candidato le había ordenado efectuar esos pagos con el propósito de “influenciar” el resultado de las elecciones. “Michael Cohen tiene información que sería de interés del fiscal especial, vinculada a una conspiración de los rusos para corromper la democracia estadounidense”, declaró el miércoles su abogado, Lanny Davis, al insinuar que su cliente también podría aportar información en el Rusiagate.

Arrepentidos. Pero Cohen no es el único imputado que colabora con la investigación de Mueller. El empresario de medios David Pecker recibió inmunidad a cambio de cooperar con la fiscalía. El CEO de la revista National Enquirer había pagado 150 mil dólares a la modelo de Playboy Karen McDougal para publicar sus testimonios, que, tras un acuerdo con Cohen, fueron convenientemente silenciados. El abogado también pagó 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels.

Allen Weisselberg, jefe financiero de la Organización Trump, también obtuvo inmunidad por colaborar con información sobre los pagos a las dos mujeres, informó ayer The Wall Street Journal. La Justicia tendría, a través de él, acceso a información sobre los movimientos financieros de la empresa del jefe de Estado.

Rusiagate. Michael Flynn, ex asesor de seguridad nacional, se declaró culpable de ocultar al FBI negociaciones con funcionarios rusos durante la campaña presidencial de 2016, destinadas a anular sanciones económicas que Obama había impuesto al Kremlin. Por su colaboración con Mueller, su condena fue pospuesta cuatro veces.

La Justicia también investiga a uno de los hijos de Trump, Donald Jr., y su yerno, Jared Kuschner, quienes se reunieron en la Torre Trump de Nueva York con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya. “Fue una reunión para obtener información sobre un oponente. Totalmente legal, se hace todo el tiempo en política. ¡Yo no sabía sobre esto!”, se defendió el republicano.

Según The Washington Post, Trump no sería enjuiciado durante su presidencia, pero sí podría ser sometido a un impeachment por el Congreso. Para que sea acusado por la Justicia, antes debería ser destituido por el Capitolio, donde los republicanos controlan ambas Cámaras. A poco más de dos meses de las elecciones legislativas, el impeachment es una sombra que sobrevuela Washington. Paradójicamente, los candidatos demócratas no convirtieron sus campañas en un plebiscito sobre la necesidad de someter a juicio político al presidente. “No es una prioridad en la agenda, a menos que algo más salga a la luz”, dijo Nancy Pelosi, líder demócrata en la Cámara de Representantes. La línea roja que trazó la oposición es la continuidad de la investigación de Mueller. Si Trump forzara su destitución. los demócratas acusarían al presidente de obstrucción a la Justicia.