INTERNACIONAL
para evitar ‘derramamiento de sangre’

Los mercenarios rusos acordaron regresar a sus bases tras una mediación bielorrusa

Después de desafiar abiertamente a Vladimir Putin y ordenar a sus hombres marchar hacia Moscú, el jefe del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, anunció que había aceptado la mediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko y desistió de llegar hasta la capital rusa. Prigozhin lleva meses criticando al alto mando militar ruso, aunque preservando de sus críticas a Putin, que ayer lo acusó de “traición” y ordenó su detención. Ucrania, por su parte, aprovechó la confusión para lanzar ataques en varias regiones y Volodimir Zelenski pidió a los rusos que depongan al gobierno.

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Prigozhin. Las tropas de los mercenarios se apoderaron de la ciudad de Rostov sin ninguna resistencia, incluyendo las instalaciones militares. La gente los recibió favorablemente. | AFP

Las tropas de los mercenarios del grupo Wagner que marchaban hacia Moscú detuvieron su avance a unos 400 kilómetros de la capital rusa, luego de una mediación alcanzada por el presidente bielorruso, Alexander Lukanshenko, aunque según la prensa local la situación permanecía confusa y las carretas bloqueadas, una situación aprovechada por las fuerzas de Kiev para lanzar incursiones en zonas ocupadas por Rusia.

Desde el anuncio de la rebelión el viernes en el suroeste de Rusia, los hombres de Wagner, una milicia privada dirigida por Yevgueni Prigozhin, se mostraron en tres regiones rusas: Rostov, Voronezh y Lipetsk. Anoche ya las habían abandonado.

Ayer, Prigozhin afirmó que sus tropas regresarán a sus bases tras la mediación del presidente bielorruso Lukashenko, que a su vez reveló haber hablado con su colega ruso Vladimir Putin para “evitar derramamiento de sangre” y dar garantías de su seguridad y la de sus fuerzas.

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El ejército ruso llevó a cabo operaciones de “combate” en la región de Voronezh, a medio camino entre Moscú y Rostov. Y la capital rusa reforzó las medidas de seguridad y anunció que mañana sería feriado, para reducir los movimientos en la ciudad.

El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó la “traición” de Prigozhin y alertó del riesgo de una “guerra civil” en pleno conflicto con Ucrania.

La escalada parecía imparable, pero Prigozhin ordenó por la noche a sus hombres dar media vuelta, para evitar un baño de sangre. “Ahora es el momento en que la sangre puede correr. Por eso nuestras columnas dan media vuelta y vuelven en la dirección opuesta para regresar a los campamentos”, declaró en un audio colgado en Telegram.

Decenas de rusos ovacionaron a los milicianos de Wagner frente al cuartel general de Rostov. En las redes sociales cundieron rumores de que Putin había abandonado Moscú, pero su portavoz aseguró que estaba “trabajando en el Kremlin”.

Poco antes del anuncio del jefe miliciano, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Rusia, aseguró que había obtenido el acuerdo de Prigozhin para “detener los movimientos” de sus hombres. Según la Presidencia bielorrusa, Putin agradeció la labor a su homólogo en un breve comunicado.

Putin obtuvo el apoyo de los presidentes del Congreso y del patriarca Cirilo, jefe de la Iglesia ortodoxa de Rusia y aliado de Putin, quien llamó a la “unidad” ante los “intentos de sembrar la discordia”.

Para el analista Andrés Serbin, pese al abierto desafío de Prigozhin, es muy difícil identificar un proceso de cuestionamiento de fondo del Kremlin que amenace a Putin directamente y a su estabilidad en el poder. Lo que probablemente surja de esto es un grado de debilitamiento y consecuentemente de incremento de los controles internos en la sociedad rusa y esto probablemente lleve a un reforzamiento de las estructuras de poder ya existente en el marco de la federación rusa”. Esas estructuras se apoyan, fundamentalmente, en los servicios de inteligencia internos, muy poderosos desde que Putin llegó al poder. 

Rebelión. Prigozhin se rebeló contra el Kremlin luego de al menos tres meses de críticas constantes y cada vez más agresivas contar la cúpula militar. El viernes cruzó la frontera de Ucrania, donde durante meses sus hombres participaron de las batallas en torno a la ciudad de Bajmut, hacia el interior de Rusia y, sin resistencia, tomaron la ciudad de Rostov del Don, incluyendo sus instalaciones militares.  La columna entró también en la región de Lipetsk, a unos 400 kilómetros al sur de Moscú, según las autoridades locales, que afirmaron que destruyeron secciones de carretera para impedir el paso de vehículos, mientras el alcalde de Moscú, Serguéi Sobyánin, pedía ciudadanía que redujera “todo lo posible” sus desplazamientos. Previamente, por la mañana, en un mensaje televisado, el presidente ruso acusó de “traición” a los mercenarios, advirtió que serán castigados y anunció que había dado las órdenes necesarias al ejército para restablecer el orden. En respuesta, Prigozhin había publicado un audio en el que había hablado de “guerra civil”. En Kiev, el presidente Volodimir Zelenski pidió que depusieran a Putin: “cuanto más pueda esconderse, más perderán”. 

Prigozhin advirtió el viernes que contaba con 25 mil efectivos decididos a llegar hasta el final” y “destruir todo lo que se interponga” en su camino. “Estamos muriendo por el pueblo ruso, que debe ser liberado de quienes bombardean a la población civil”, afirmó, en referencia al destacado papel de los mercenarios en importantes batallas en Ucrania. “Hay que poner freno a quienes tienen responsabilidad militar en el país”, insistió el jefe paramilitar, llamando a los rusos a unirse a sus tropas y a no oponer resistencia. El jefe de Wagner afirmó el viernes que sus hombres fueron bombardeados por el ejército ruso cerca de la línea de frente con Ucrania y acusó al ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, de haber ordenado esos ataques. Unas acusaciones que son una mera “provocación” y “no se corresponden con la realidad y son una provocación”, replicó el Ministerio de Defensa.

Kiev. En medio de esa confusión en Rusia, el ejército ucraniano lanzó maniobras ofensivas en varias direcciones contra las fuerzas rusas en el frente este y realizó nuevos avances, anunció el Ministerio de Defensa. El ejército ruso anunció por su lado que en las últimas 24 horas repelió nueve ataques en el sur y el este de Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que la rebelión de la milicia de mercenarios demuestra la “evidente” debilidad de Rusia y destacó que su país está protegiendo a Europa “del mal y el caos” rusos. 

Rusia advirtió a las potencias occidentales contra cualquier intento de “aprovechar” la rebelión de Wagner para promover una agenda antirrusa y aseguró que el motín no le impediría “alcanzar sus objetivos” en el conflicto de Ucrania.