Las cajas negras del avión que el sábado pasado transportaba al presidente polaco, Lech Kaczynski, y a otras 95 personas, revelaron que la tripulación era consciente de lo que iba a pasar en los segundos antes del accidente fatal.
"Sobre la base de los datos de los que disponemos, se puede suponer que la tripulación era consciente de que la catástrofe era inevitable. Testimonio de eso es que poco antes de la colisión el ala del avión tocó los árboles", declaró el fiscal general de Polonia, Andrzej Semeret, luego de analizar las grabaciones de las cajas negras de la aeronave, que se darán a conocer al público. "Los segundos antes del accidente fueron dramáticos", indicó Semeret.
Mientras tanto, continúan en Polonia las especulaciones sobre la responsabilidad del presidente Kaczynski en obligar a los pilotos a aterrizar, a pesar de las malas condiciones climáticas y de que había recibido indicaciones de no hacerlo.
"Hasta acá no hay evidencia de que ninguno de los pasajeros de alto rango exigiera a los pilotos aterrizar en Smolensk. Las grabaciones no registraron ninguna presión", dijo Seremet. Las sugerencias en ese sentido se basaron en un episodio de 2008, cuando Kaczynski voló a Georgia a mostrar su solidaridad con el país durante su breve guerra con Rusia. Allí, el presidente se indignó cuando su piloto no quiso aterrizar en Tiflis por motivos de seguridad, y presionó para que fuera despedido.
Además, seguía la polémica acerca del lugar elegido para sepultar a Kaczynski y a su esposa. Muchos se oponen a enterrarlos en el castillo de Wawel, entre monarcas y figuras históricas, ya que la iniciativa parece querer elevar a Kaczynski a la categoría de héroe nacional.