Magdalena Andersson hizo historia en Suecia al convertirse en la primera mujer elegida ante el Ejecutivo del país nórdico, pese a que su gobierno duró tan solo 8 horas luego de que se retiraran sus aliados de la coalición que la llevó al poder, en una movida política enmarcada dentro de la constitución sueca.
"Hay una práctica constitucional según la cual un gobierno de coalición dimite cuando un partido se va. No quiero dirigir un gobierno cuya legitimidad está en entredicho", declaró Andersson, la dirigente del partido socialdemócrata de 54 años.
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Andersson había sido elegida para el cargo el pasado martes por la noche luego de varios días de negociaciones entre distintos partidos políticos ante la inminente salida del ex primer ministro Stefan Löfven, cuyo gabinete era integrado por la exnadadora a título de ministra de Finanzas y quien había anunciado su retiro tras 7 años en el poder.
Emocionada por haberse convertido en la primera mujer en llegar al poder tras 33 hombres desde 1876, la líder de centroizquierda había dicho que este miércoles, cuando comenzó su fugaz gestión, se trataba de "un día especial". Reconocida por su estilo "todoterreno", la mujer encabezó el partido socialdemócrata desde principios de noviembre.
Por qué renunció Magdalena Andersson, la primera ministro de Suecia
En tanto, la primera ministro había logrado un acuerdo con el partido de Izquierda sueco por lo que logró acceder al máximo cargo ejecutivo. Sin embargo, los problemas empezaron cuando el partido del Centro anunció que no apoyaría el presupuesto del flamante gobierno debido al pacto con la Izquierda, algo que se reflejó más tarde en el Parlamento, cuando finalmente se alió en esa materia con el partido opositor de extrema derecha.
A pesar de que Andersson aseguró poder afrontar el obstáculo, uno de sus principales aliados, el partido Ecologista, calificó de "inaceptable" gobernar con una ley de finanzas ligada a la derecha, por lo que finalmente se retiró del gobierno, obligando a la flamante ministra a dimitir.
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Por su lado, el presidente del cuerpo legislativo del país escandinavo, Andreas Norlén, aceptó la renuncia de Andersson y comenzó a dialogar con los jefes de los partidos antes de elegir un nuevo primero ministro, que se espera que sea el próximo jueves.
Cabe destacar que Suecia es una monarquía parlamentaria donde el rey es el jefe de Estado pero cumple un rol protocolar, mientras que el jefe de Gobierno (en la figura de Primer Ministro) -que administra la cosa pública- es elegido por el Parlamento mediante un acuerdo interpartidario, a diferencia del sistema presidencialista -como el argentino- en donde confluyen ambos cargos en la misma persona.