El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, al frente de una tentativa de mediación africana, le dijo ayer al presidente ruso, Vladimir Putin, que la “guerra debe solucionarse” en Ucrania.
“Creemos firmemente que esta guerra debe solucionarse y debe solucionarse mediante negociaciones y medios diplomáticos”, afirmó Ramaphosa al ser recibido por Putin en San Petersburgo.
“La guerra no puede durar eternamente, todas las guerras tienen que solucionarse y terminar en algún momento”, agregó.
La delegación, integrada por siete países africanos, “vino con un mensaje claro: nos gustaría que esta guerra termine”, insistió Ramaphosa. El mandatario sudafricano subrayó asimismo el “impacto negativo” del conflicto en el continente africano y “en muchos otros países en todo el mundo”.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, descartó ayer, al recibir a la misma delegación en Kiev, la tentativa de mediación y destacó la prioridad de la contraofensiva lanzada por su país para recuperar territorios de los que se apoderó Rusia desde el inicio de la operación militar, en febrero de 2022.
“Cualquier tipo de negociación con Rusia, cuando el ocupante está en nuestra tierra, equivaldría a congelar la guerra, congelar el dolor y el sufrimiento” y sería un “engaño” que pueda servir a Moscú, declaró.
La misión de mediación está integrada por Ramaphosa y por sus pares de Senegal, Zambia y Comores, así como por altos representantes congoleños, ugandeses y egipcios.
Ramaphosa precisó que su intención es “buscar un camino hacia la paz tras 16 meses de conflicto ruso-ucraniano, que ha provocado una inestabilidad global”, indicó la presidencia sudafricana.
La presidencia sudafricana aseguró por su lado que la misión mantuvo “discusiones constructivas” con Zelenski y volvió a instar a “una desescalada de ambas partes”. Ramaphosa insistió en que es “importante escuchar atentamente” a los dos países.
Contraofensiva. Putin dijo ayer que la contraofensiva ucraniana no tenía “ninguna posibilidad” de salir bien y que no estaba alcanzando ninguno de sus objetivos. Kiev, en cambio, asegura que ha liberado un puñado de localidades y un centenar de kilómetros cuadrados, sobre todo en el frente sur.
“Las fuerzas ucranianas siguen llevando a cabo operaciones tanto ofensivas como defensivas con un éxito relativo”, declaró Ganna Maliar, viceministra ucraniana de Defensa.
En Bajmut (este), “nuestras tropas efectúan acciones ofensivas, tomando zonas en altitud y zonas boscosas para expulsar progresivamente al enemigo”, añadió.
Rusia afirmó que repelió un ataque ucraniano con drones contra una refinería de petróleo en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania. Los ataques con drones contra el territorio ruso y la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014, se han multiplicado en las últimas semanas.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, llamó a producir más tanques para “colmar las necesidades de las fuerzas” en la operación en Ucrania.
La misión africana es la última de una serie de esfuerzos diplomáticos que han intentado, hasta ahora en vano, mediar en el conflicto.
El conflicto en Ucrania golpeó duramente al continente africano, a raíz del bloqueo o la ralentización del suministro de granos ucranianos y de fertilizantes rusos, que provocó una disparada de los precios de los alimentos.
Sudáfrica, no obstante, se niega a condenar a Rusia por su agresión y los aliados de Ucrania consideran que sus posiciones suelen ser demasiado cercanas al Kremlin. Putin intenta atraer a los dirigentes africanos, argumentando que Rusia combate el imperialismo occidental.
“El sistema internacional neocolonial dejó de existir y el mundo multipolar, al contrario, se refuerza”, declaró el mandatario el viernes.