Los británicos comenzaron a desfilar ante el féretro de la reina Isabel II en Londres para despedirse de quien fuera su monarca y jefa de Estado durante más de 70 años. Lo harán en una capilla ardiente que permanecerá abierta hasta su funeral de Estado el lunes 19 de septiembre.
La jornada empezó con una solemne procesión fúnebre que llevó el féretro de la reina desde el Palacio de Buckingham hacia el Westminster Hall, en la sede del Parlamento, recorriendo en medio del siglo de la multitud un trayecto de casi 2 kms.
La monarca falleció el pasado jueves, con 96 años, cuando pasaba el final del verano en su residencia escocesa de Balmoral, por lo que los primeros homenajes se realizaron allí a principios de semana. El féretro fue expuesto en la catedral de St. Giles de Edimburgo durante 24 horas.
El ataúd, cubierto con el estandarte real, una corona de flores blancas y la impresionante corona imperial, ornamentada con diamantes y piedras preciosas, fue trasladado en un carro de armas tirado por siete caballos.
El cortejo avanzó durante 40 minutos por el centro de Londres, acompañado a pie por el rey Carlos III, y sus hermanos: la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo. Los hijos del reina, Guillermo y Enrique, caminaban detrás junto a su primo Peter Phillips, hijo de Ana.
Durante la procesión, que avanzó al son de las marchas fúnebres de Beethoven, Mendelssohn y Chopin, interpretadas por bandas de la Guardia Escocesa y la Guardia de Granaderos, se disparó una salva de cañón por minuto desde Hyde Park y sonó la imponente campana del Big Ben.
Más de 100 dignatarios y otras personalidades asistirán al "funeral del siglo", entre ellos, el presidente estadounidense, Joe Biden; el rey de España, Felipe VI, y su padre Juan Carlos I; o el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro. Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Nicaragua, Daniel Ortega, no fueron invitados al igual que el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo bielorruso.
El funeral de Estado de la reina es el primero que se celebra en el Reino Unido desde la muerte de su primer minis Winston Churchill, en 1965, y se estima que será visto por una audiencia récord de 4.000 millones de telespectadores.
Capilla ardiente en el Westminster Hall
ds