Este domingo, cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en una gigantesca avalancha que se produjo en una ladera del glaciar de Armancette, en los Alpes franceses muy cerca de la frontera con Suiza, según confirmó el ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, vía Twitter.
La avalancha se produjo en la bellísima comuna turística de comuna de Contamines-Montjoie, según señaló la prefectura de Alta Saboya, y su magnitud quedó clara con las medidas que se estimaron para su alcance: la longitud del desplazamiento de nieve fue una pared de un kilómetro de largo por 100 metros de ancho...
Según informó el funcionario, el balance de la avalancha es aún "provisional" y "los equipos de rescate siguen trabajando", ya que aún no se ha podido determinar el total de fallecidos durante la tragedia. Asimismo, expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias.
Cabe destacar que no se había emitido ningún tipo de alerta de avalancha en la zona, aunque los expertos especulan con que haya sido una consecuencia de la combinación del calor y el viento.
Tras lo ocurrido, se movilizaron efectivos, gendarmes, bomberos y médicos del SMUR (Servicio Móvil de Urgencia y Reanimación) y se pusieron en funcionamiento los helicópteros de la Seguridad Civil y la Gendarmería junto a un conjunto de perros rescatistas dedicados a la búsqueda en avalanchas.