La Paz - Un multitudinario cabildo exigió ayer autonomía para el próspero departamento boliviano de Santa Cruz y amenazó con conformar un gobierno regional autónomo de facto, en uno de los más firmes y abiertos desafíos al presidente izquierdista Evo Morales.
Si la nueva Constitución -que debe redactar la Asamblea Constituyente antes de agosto de 2007- no aprueba una autonomía de amplias facultades para los departamentos, éstos considerarán que existe "un claro rompimiento institucional", advirtió el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas.En caso de que ese tipo de autonomía no se apruebe, las prefecturas podrán "dotarse de un régimen autonómico departamental" de facto, afirmó Costas ante cientos de miles de personas.
"Queremos un estado social, democrático, de derecho, plural e incluyente, con ciudadanos libres", postuló Costas ante la concentración, que él mismo estimó en un millón de personas. La primera autoridad departamental citó once puntos que debe contemplar la futura carta política que será discutida e "imperativamente" aprobada por dos tercios de voto en la Constituyente. El oficialismo pretende un sistema de 50%, propuesta que la oposición combate.
Las normas autonómicas propuestas por Costas resienten seriamente las facultades actuales del gobierno central. "Los gobiernos departamentales deberán detentar competencias compartidas con el gobierno central y los gobiernos municipales sobre los recursos naturales renovables y la preservación ambiental, sobre la tenencia y la propiedad de la tierra, así como la distribución y redistribución de la misma", señaló.
Este punto constituye un directo atajo a las dos propuestas estrella del gobierno que son la explotación e industrialización por parte del Estado del gas natural, recientemente nacionalizado de consorcios privados extranjeros, y una ley agraria que establece la reversión de latifundios ociosos y la redistribución a comunidades de indígenas pobres. También pretenden mantener o incrementar sus actuales ingresos fiscales, crear instituciones de autogobierno y tener facultades "para insertarse de manera directa en el mundo".
El cabildo autorizó también el funcionamiento de una Junta Autonómica Democrática que articulan los prefectos y organizaciones de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, también opuestos al gobierno de Morales.
El líder cívico, Germán Antelo, advirtió de su lado que "nunca van a impedir que hagamos oír nuestra voz, una voz que clama por democracia, una voz que resiste la dictadura, una voz que repudia el fascismo" que supuestamente encarna el presidente Morales. Estos cabildos se convierten en el punto más crítico de la división entre un oriente rico y el occidente andino y pobre que apoya al presidente Evo Morales.
Morales acusó ayer a los "oligarcas", gobernadores y líderes civiles de Santa Cruz y las otros tres departamentos de querer la tierra "sólo para robar" y a los indígenas y campesinos "para explotarnos". "Esa gente que quiere dividir Bolivia tiene envidia, codicia. Quieren ser gobierno sólo para robar al pueblo. Nos quieren a nosotros (los indígenas) sólo para explotarnos, quieren esta tierra sólo para saquear", afirmó Morales en Incahuasi, 800 km al sudeste de La Paz.
El presidente, que convocó para el lunes en La Paz a una reunión de gobernadores y líderes cívicos de las nueve regiones del país en un intento de saldar la crisis política, dijo que "por culpa de esos egoístas, por culpa de algunos grupos de familias (terratenientes), Bolivia nunca se levantó".
Pero luego de reunirse con colaboradores en el palacio presidencial en La Paz, Morales felicitó a los cabildos. "Estoy muy satisfecho por las intervenciones (de los gobernadores y líderes ciudadanos) por la unidad del país, porque el país quiere unidad, no se puede seguir pensando en división", afirmó.
En contraposición a la convocatoria de los comités cívicos, tradicionalmente aliados a los partidos de derecha y sectores empresariales, grupos leales al gobierno realizaron manifestaciones en La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba, departamentos donde fue rechazada la autonomía en el referendo de julio. Miles de bolivianos se manifestaron el viernes en La Paz contra las autonomías, constató un periodista de la AFP.
Al grito de "autonomía es división" y "mueran los oligarcas, los vendepatrias, los separatistas", obreros, estudiantes, vendedores al menudeo y vecinos de La Paz se volcaron a las calles para repudiar los cabildos autonomistas.
El gobierno informó que choques entre opositores y partidarios de Morales dejaron al menos ocho baleados y un total de 55 heridos.