José Nino Gavazzo, el militar más condenado por homicidios de la historia de Uruguay y símbolo de la represión en ese país murió en la noche del pasado viernes 25 de junio.
Gavazzo, de 81 años, estaba internado desde hacía más de una semana en grave estado en el Hospital Militar de Montevideo, donde había sido trasladado desde su prisión domiciliaria luego de sufrir un accidente cerebrovascular.
El represor uruguayo fue condenado junto a otros exrepresores por 28 homicidios especialmente agravados y por el secuestro y la desaparición de la argentina María Claudia García Irureta Goyena de Gelman, madre de Macarena Gelman y nuera del poeta Juan Gelman, durante la dictadura uruguaya (1973-1985).
Retomarán las excavaciones en Pozo de Vargas, la mayor fosa común de la dictadura
La Suprema Corte de Justicia uruguaya ratificó su condena y la de otros cuatro militares en septiembre del 2020, por el asesinato de García Irureta Goyena de Gelman, quien estaba embarazada cuando fue secuestrada en Buenos Aires y después trasladada a Montevideo. Para los cuatro acusados quedó firme la sentencia de 30 años de penitenciaría.
Asimismo, el militar retirado fue condenado a cadena perpetua junto con otros 26 militares y jerarcas de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, por un tribunal de Roma en julio de 2019, acusados del fallecimiento y desaparición de una veintena de italianos en el marco del Plan Cóndor, que coordinó la represión en el Cono Sur.
Gavazzo, nacido en 1939, ingresó al Ejército en el 1956, en el arma de Artillería. Posteriormente, durante la dictadura, actuó en la División del Ejército I en 1973 y más tarde integró el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA). Luego, en 1976 llegó a ser jefe del Departamento del Servicio de Información y Defensa (SID), que desarrollaba las operaciones de inteligencia y de represión contra opositores.
Una dura historia de lucha desde las dos orillas del río
Junto a otros militares, ejecutó las acciones de represión definidas en el marco del Plan Cóndor; entre ellas, fue responsable del secuestro de Simón Riquelo, el hijo de Sara Méndez, en Buenos Aires.
De acuerdo con el diario uruguayo La Diaria, durante su reclusión gozó de los privilegios de las cárceles militares hasta que en 2015 un juez le otorgó la prisión domiciliaria, régimen en el que permaneció hasta su muerte.
Fue condenado por más de 30 delitos de homicidio muy especialmente agravado cometidos durante la dictadura, 28 de ellos se asocian a las investigaciones del segundo vuelo del Plan Cóndor. A estas causas se suman la de Roberto Gomensoro y la de Julio Castro.
A los homicidios se suma su responsabilidad por 197 desaparecidos que dejó la dictadura en Uruguay.