En la época de la dictadura ayudé a esconder y a escapar a personas en peligro de desaparecer porque me pareció que era lo correcto. Lo mismo hubiese hecho si los perseguidos hubiesen sido los del otro bando.
La dictadura me parecía la noche del mundo, potenciada por el hecho de que muy poca gente sabía cómo estaba actuando el gobierno militar.
Pero también me imagino la inmensa catástrofe que hubiese ocurrido si ganaban las guerrillas de izquierda. Ya sabemos que el marxismo legitima la violencia para destruir la estructura social existente a fin de construir sobre sus cenizas la dictadura del proletariado. Se dice fácil, pero imaginemos lo que hubiese significado "destruir la estructura social de la Argentina".
La dictadura no nació de un repollo, tuvo sus antecedentes, entre otras cosas, en el caos generado por Perón, al alentar al mismo tiempo a las guerrillas de izquierda y a la derecha violenta peronista -que dio luego lugar a la triple A- para facilitar su regreso al poder. Y también al elegir a su esposa como sucesora.
El Golpe del 76 tuvo como objetivo principal hacer desaparecer de la faz de la tierra al peronismo
El país estaba en llamas y la gran mayoría quería un golpe para poner orden, aunque esta mayoría nunca hubiese querido una dictadura que recurriese a los métodos horrendos que usó.
Luego de la derrota de la guerrilla, la dictadura se hundió sola y con ella hundió al ejército y a la policía en el desprestigio y la corrupción, dejando libre el lugar para la explosión del crimen común y el narcotráfico que vino años después.
Ambos bandos se han acusado de ser el culpable. Ambos fueron títeres de la guerra fría.
Si queremos que haya un día de la memoria por la verdad y la justicia respetado por todos, estas deben ser completas. Sino es seguir alimentando el cinismo y la decadencia.
