INTERNACIONAL
Guerra en el Cáucaso

Nagorno Karabaj: crece el temor a un conflicto regional tras el ataque de Azerbaiyán a Armenia

El respaldo de Turquía a los azeríes y la posibilidad de que los armenios invoquen un tratado de seguridad que los une a Rusia amenaza con extender el enfrentamiento en torno al disputado territorio.

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Bombardeo azerí sobre el enclave armenio, que denunció la muerte de varios civiles. | AFP

Mientras crece la dimensión del enfrentamiento armado con Azerbaiyán en torno a Nagorno Karabaj, con más de cien muertos desde el domingo 27, el gobierno de Armenia está cada vez más cerca de invocar el “Tratado de Seguridad Colectiva” que une al país a Rusia y a otras ex repúblicas soviéticas, lo que involucraría activamente a Moscú en el conflicto, en el que Turquía está jugando un papel predominante.

“Hay sectores que le piden al gobierno armenio que haga una convocatoria urgente de ese tratado”, dice a PERFIL el ingeniero Mario Nalpatian, consejero de la cancillería de Armenia y vicepresidente de la Internacional Socialista.

Según el asesor, “si la agresión de Azerbaiyán continúa como hasta ahora, si se confirma la presencia de mercenarios sirios traídos por Turquía a Nagorno Karabaj y crece la presencia militar turca en la región, la convocatoria a una reunión de urgencia del tratado se va a imponer”.

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“Estoy seguro de que Rusia nos tendrá que acompañar, porque es consciente de la gravedad de los hechos en su frontera sur”, afirmó el politólogo.

Rusia está ligada con Armenia en el ámbito de la llamada alianza militar CSTO y tiene una base militar en el país, pero mantiene importantes relaciones políticas y comerciales también con Azerbaiyán.

Por ahora Moscú mantiene su pedido de negociaciones. “En el Kremlin parten del presupuesto de la necesidad de un rápido cese de fuego y el cese de los combates. Cualquier declaración de apoyo militar o actividad militar echa inequívocamente combustible sobre el fuego”, declaró el vocero del presidente Vladimir Putin, Dmitri Peskov.

Por su parte, la cancillería rusa reafirmó que mantiene consultas con los embajadores de Erevan y Baku, con los que se dice en "constante contacto".

El llamado a "poner fin a la violencia" y "retomar las negociaciones lo más rápidamente posiblea”, llegó también de parte del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo,

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El riesgo de un conflicto regional está siempre latente. El 27 de julio, las fuerzas armadas de Turquía y Azerbaiyán hicieron importantes ejercicios conjuntos militares cerca de la frontera armenia, y a comienzos de septiembre se realizaron las maniobras Caucasus 2020, en las que participaron fuerzas de Rusia, Armenia, Myanmar, Paquistán y China.

Para Nalpatian, el protagonismo regional que el presidente Recep Tayyip Erdogan quiere para Turquía, en especial en el Cáucaso sur, es una de las razones para entender la reaparición del conflicto en torno a Nagorno Karabaj, un enclave armenio que durante la URSS Moscú entregó a la república de Azerbaiyán, pero que reclamó su independencia tras la caída del régimen soviético

“Es una lógica que Turquía tiene desde que era un imperio, y que ha renacido con el presidente Erdogan. Por eso nosotros llamamos ‘neo-otomanismo’ a esa mirada expansionista hacia Oriente y el Cáucaso que tiene hoy Ankara”, agrega.

“Azerbaiyán y Turquía quieren desestabilizar la región del Cáucaso Sur y llevar las negociaciones fuera del ámbito de Europa y Rusia”, coincide la embajadora armenia en la Argentina, Estera Mkrtumyan. La intención sería reforzar la intención de Ankara de ser parte del Grupo de Minsk, formado por Francia, Rusia y Estados Unidos que media en el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán tras la guerra que los enfrentó entre 1991 y 1994.

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“El rol protagónico de Turquía se puede explicar a partir de su política expansionista, que últimamente se ha estado desarrollando en toda la región”, agrega la embajadora.

El nuevo ataque azerí, el domingo pasado, se produjo precisamente pocos días después del mensaje de Erdogan en la Asamblea General de la ONU, en el que criticó a Armenia y la responsabilizó por los enfrentamientos de julio pasado en torno al disputado territorio. Y el gobierno turco no oculta su apoyo a Bakú.

Turquía está “dispuesta a ayudar a Azerbaiyán a recuperar sus tierras ocupadas” por Armenia en Nagorno Karabaj, dijo hoy el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, mientras seguían los enfrentamientos con un balance de decenas de víctimas en ambos frentes.

"La única solución es el retiro de Armenia de las tierras azeríes", agregó Cavusoglu. "En la mesa de negociaciones y en el terreno, estamos junto a Azerbaiyán. Queremos resolver este problema en la raíz", agregó antes de la reunión de emergencia a puertas cerradas del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis, solicitada por Francia y Alemania.

"Solo el diálogo podrá llevar a una solución", porque Armenia "no se rendirá", replicó por su parte el presidente armenio Armen Sarkissian.

Según Erevan, Ankara ya sería parte del conflicto. Tras las acusaciones sobre el envío de cientos de mercenarios desde Siria, además de drones y armamentos, la Defensa armenia denunció hoy el derribo de un caza suyo Su-25 de parte de un F-16 turco en el espacio aéreo armenio, con la muerte del piloto, así como la presencia de expertos militares turcos.

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Nalpatian cree que la comunidad internacional debe actuar para poner frente a la expansión turca: “No puede ser que un ejército de la OTAN participe de la agresión a Nagorno Karabaj”. 

En los últimos años, a medida que consolidaba el perfil autocrático de su gobierno, Erdogan comenzó a fortalecer la presencia turca en Medio Oriente. Invadió parte de Siria, donde respalda a grupos islámicos que luchan contra el régimen de Al Assad, también hizo incursiones en Irak y apoya abiertamente al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) en Libia.

Por otra parte, es uno de los países que más criticó los recientes acuerdos firmados por Israel con dos monarquías del Golfo, con una agresividad que superó a la de la mayoría de los países árabes. “Un acto de hipocresía”, los calificó la cancillería turca. “No abandonaremos al pueblo palestino”, advirtió Erdogan.

Como escribió el analista israelí Seth J. Frantzman en el Jerusalem Post, “Turquía e Irán compiten por ser los más antiisraelíes, en gran parte debido al actual partido gobernante de Turquía, que está montando una ola de nacionalismo y militarismo diseñado para distraer la atención de los problemas económicos en casa”.