INTERNACIONAL

Ni el pedido del Papa alcanzó para salvarla de la pena de muerte

Cinco días después del llamado de Francisco, en Georgiarechazaron suspender una ejecución de muerte.

Cinco días después de que el Papa pidiera abolir la pena de muerte, Gissendaner fue ejecutada en Georgia.
| AP

El discurso que dio el papa Francisco en el parlamento norteamericano logró conmover hasta las lágrimas a muchos congresistas que ovacionaron al pontífice. Sin embargo, su mensaje no logró salvar de la pena de muerte a Kelly Gissendanerfue, que fue ejecutada hoy en Georgia, pese a que hubo un llamado especial desde el Vaticano.

Se trata de una decisión de la junta de Indultos y Libertad Condicional de esa ciudad del sur de Estados Unidos, que hoy le denegó a la acusada la posibilidad de suspender la ejecución. “Ella realizó una última declaración y solicitó que se le permitiera rezar”, informó la agencia internacional AFP.

"La comisión rechazó el pedido de revaluación de su decisión anterior, que descartó clemencia para Kelly Gissendaner", dijo el portavoz de esta junta unas cuatro horas antes de la hora prevista para la ejecución. 

La ejecución tiene un significado particular, cinco días después de un llamado realizado por el papa Francisco en el Congreso de Washington a abolir la pena de muerte. 

El martes, el representante del Vaticano en Estados Unidos, Carlo Maria Vigano, hizo un "llamado urgente" en nombre del papa Francisco para conmutar la pena de Gissendaner.

"Sin querer desestimar la gravedad del crimen por el cual Gissendaner fue condenada, estando siempre con las víctimas, de corazón, le imploro sin embargo conmutar esta sentencia en una pena que se traduzca en justicia y piedad a la vez", escribió. 

Kelly Gissendaner, de 47 años, es la decimosexta mujer en ser ejecutada desde que la Corte Suprema restableció la pena capital en 1976. 

La mujer fue condenada por haber complotado con su amante para asesinar a su marido en 1997.