Presidentes y expresidentes del mundo, a los que se sumó el bloque de 27 países de la Unión Europea, cuestionaron los resultados electorales de Nicaragua, que dieron como ganador a Daniel Ortega por un cuarto mandato consecutivo.
Los primeros en emitir un comunicado fueron los expresidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, de Costa Rica, Laura Chinchilla, de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Chile, Ricardo Lagos, quienes firmaron el domingo una declaración conjunta en repudio los comicios.
"Lo ocurrido es grave tanto para el futuro del pueblo nicaragüense como para el resto de América Latina, porque allí se aplicó rigurosamente el itinerario mediante el cual una democracia se convierte en autocracia”, señalaron los exmandatarios en el documento titulado Impidamos a Ortega consolidar su dictadura.
Elecciones en Nicaragua: Daniel Ortega "arrasó" en las urnas sin competencia y con opositores presos
El escrito, que también lleva la firma del Secretario General del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA Internacional), Kevin Casas Zamora, afirma que el resultado fue el esperado: "La reelección ilegítima de Daniel Ortega para un cuarto mandato y su intención de perpetuarse de manera indefinida en el poder".
Los ex Jefes de Estado expresaron que "las condiciones bajo las cuales se convocó a las urnas determinan la ilegitimidad de estas elecciones". Asimismo, pidieron "desconocer los resultados electorales" y que todos los gobiernos de la región "asuman la gravedad de estos hechos e instruyan a sus Cancilleres en colocar la situación de Nicaragua como tema prioritario en la próxima Asamblea General de la OEA", la cual se desarrollará en Guatemala entre el 10 y el 12 de noviembre.
En su pronunciamiento, también exigieron "el aislamiento internacional del regimen", "la inmediata liberación de todos los presos políticos, la plena vigencia de los derechos humanos, el cese del estado policial, el restablecimiento del orden constitucional" y la suspensión de los programas o negociaciones de las instituciones financieras internacionales, sin alterar "los programas de asistencia humanitaria", hasta que "las condiciones mínimas de vigencia de la institucionalidad democrática no retornen a Nicaragua".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también se pronunció contra las condiciones en que se dieron los comicios en Nicaragua y denunció en un comunicado "una elección de pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática".
El gobierno de Ortega "amañó el resultado mucho antes del día de las elecciones" al encarcelar a 39 figuras de la oposición, incluidos siete aspirantes a candidatos presidenciales, y "bloquear partidos políticos", dijo el texto difundido por la Casa Blanca, que amenazó con imponer nuevas sanciones al gobierno nicaragüense.
Para la Unión Europea, las elecciones "se llevaron a cabo sin garantías democráticas" y consideró que "sus resultados carecen de legitimidad". En palabras de UE, Los comicios "completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático", dijo, Josep Borrell, jefe de Diplomacia, en nombre de los 27 países del bloque.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, declaró a periodistas que las elecciones "han sido una burla". "Una burla al pueblo de Nicaragua, una burla a la comunidad internacional y sobre todo una burla a la democracia".
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El rechazo de tres países de Latinoamérica
La cancillería chilena estimó en un comunicado que el acto electoral en Nicaragua "careció de todas las condiciones para ser estimado válido y transparente", debido a que "la jornada se realizó en el contexto de graves violaciones a los derechos humanos", incluyendo represión de la oposición y "ausencia de observadores internacionales".
En una nota, la cancillería de Uruguay afirmó que los comicios nicaragüenses "carecen de legitimidad, al no haberse enmarcado en estándares internacionalmente reconocidos (...), ni contar con las debidas garantías para la participación de todos los actores políticos".
Colombia, que mantiene un pleito limítrofe en el Caribe con Nicaragua, desconoció el resultado de los comicios. "No fueron unas elecciones libres (y) esto no nos tiene que sorprender, porque esto era crónica de un fraude anunciado", dijo el mandatario Iván Duque en una declaración a medios.
Los apoyos a las elecciones y el rechazo a "la injerencia de Estados Unidos"
Del lado opuesto, Rusia consideró que la votación se dio "en el respeto de la ley", según indicó en rueda de prensa su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov. El canciller incluso condenó y consideró "lamentable" la decisión de la Casa Blanca de desconocer el sufragio. "Las elecciones se produjeron de forma ordenada, en pleno respeto de la legislación nicaragüense".
En esa línea también se manifestó Caracas, fuerte aliado de Managua, quien desestimó las críticas hacia un "proceso electoral tranquilo" y en cambio instó a "rechazar la injerencia de Washington en América Latina".
"¿Debemos rechazar un proceso electoral tranquilo, en paz (...) que ratifica a un gobierno con un proyecto político que ha garantizado felicidad, alegría, éxito, tranquilidad, progreso, estabilidad a su pueblo? No", aseguró el canciller Félix Plascencia, quien habló en la misma conferencia de prensa que Lavrov.
Otro firme aliado del gobierno nicaragüense, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, felicitó en Twitter "al hermano pueblo de #Nicaragua, a Daniel Ortega y a Rosario Murillo, por el resultado de las elecciones de este domingo, que fueron una demostración de soberanía y civismo ante la cruel campaña mediática que sufren".
En Bolivia, el gobierno del mandatario izquierdista Luis Arce se refirió también a las elecciones y habló de democracia: "Estamos seguros que con la participación mayoritaria y el respeto del voto popular se fortalece la democracia, como ejercicio pleno de la soberanía del pueblo", dijo la cancillería en un boletín.
FP/FL/AG/ED