“Ninguna paz es posible sin desarme integral”. Esta seria y urgente advertencia del Papa Francisco encabeza la nueva edición española del L'Osservatore Romano. La misma forma parte de su habitual y esperado discurso anual al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y que se transcribe en forma completa y oficial a doble página central de esta edición.
En la mañana del lunes 9 de enero, en el Aula de las Bendiciones, el Papa Bergoglio también expresó a los-as embajadores de los 183 estados presentes que “Vuestra presencia afirma el valor de la paz y de la fraternidad humana, que el diálogo contribuye a construir. Por lo demás, la tarea de la diplomacia es precisamente la de allanar las divergencias para favorecer un clima de colaboración y confianza recíprocas para la satisfacción de las necesidades comunes.
Se puede decir que este es un ejercicio de humildad porque requiere sacrificar un poco de amor propio para entrar en relación con el otro, para comprender sus razones y puntos de vista, contraponiéndose así al orgullo y a la soberbia humana, causa de toda voluntad beligerante… Hoy está en curso la tercera guerra mundial de un mundo globalizado, en el que los conflictos parecen afectar directamente sólo a algunas áreas del planeta, pero que implican sustancialmente a todos.
El ejemplo más cercano y reciente es precisamente la guerra en Ucrania, con su reguero de muerte y destrucción; con los ataques a las infraestructuras civiles que llevan a las personas a perder la vida no sólo a causa de las bombas y de la violencia, sino también del hambre y el frío…La tercera guerra mundial a pedazos que estamos viviendo nos lleva a mirar otros escenarios de tensiones y conflictos.
También este año, con mucho dolor, debemos mirar a Siria como una tierra atormentada. El resurgimiento del país debe pasar a través de las necesarias reformas, incluso constitucionales, en el tentativo de dar esperanza al pueblo sirio, afligido por una pobreza cada vez mayor, evitando que las sanciones internacionales impuestas tengan repercusiones sobre la vida cotidiana de una población que ya ha sufrido mucho…
A pesar de los compromisos asumidos por todos los estados de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales de cada persona, todavía hoy, en muchos países, las mujeres son consideradas como ciudadanos de segunda clase. Son objeto de violencia y de abusos, y se les niega la posibilidad de estudiar, de trabajar, de expresar sus propias capacidades, el acceso a los cuidados médicos e incluso a la comida.
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Sin embargo, allí donde los derechos humanos son plenamente reconocidos para todos, las mujeres pueden ofrecer una contribución propia e insustituible a la vida social y ser las primeras aliadas de la paz”.
Casi al concluir su mensaje, el Papa Francisco expresó: “Es preocupante el debilitamiento, en muchas partes del mundo, de la democracia y de la posibilidad de libertad que está consciente, aún con todos los límites de un sistema humano. Esto muchas veces lo pagan las mujeres y las minorías étnicas, así como los equilibrios de sociedades enteras donde el malestar conduce a tensiones sociales e incluso a conflictos armados. En muchas zonas, un signo de debilitamiento de la democracia está marcado por las crecientes polarizaciones políticas y sociales, que no ayudan a resolver los problemas urgentes de los ciudadanos. Pienso en las numerosas crisis políticas en diversos países del continente americano, con su carga de tensiones y formas de violencia que agudizan los conflictos sociales. Pienso especialmente en lo que sucedió recientemente en Perú y, en estas últimas horas, en Brasil, y en la preocupante situación en Haití, donde finalmente se están dando algunos pasos para afrontar la crisis política que existe desde hace tiempo. Siempre es necesario superar las lógicas sesgadas y esforzarse por la edificación del bien común”.
Jesús es «la estrella radiante de la mañana» dijo el Papa Francisco presidiendo la Eucaristía, en la basílica vaticana, la mañana del pasado 6 de enero, solemnidad de la Epifanía del Señor. Todo habla de la alegría y de la luz en el día en el que se recuerda la adoración de los Magos y es anunciada la fecha de la Pascua, este año se celebra el 9 de abril.
De la Pascua surgen todos los días santos: las Cenizas, inicio de la Cuaresma, el 22 de febrero; la Ascensión del Señor, el 18 de mayo (en Italia se celebra el 21 de mayo); Pentecostés, el 28 de mayo; el primer domingo de Adviento, el 3 de diciembre.
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La homilía completa del Papa Francisco se transcribe en la segunda página de esta edición del periódico vaticano. «Recemos mucho por Ucrania y por la paz»: un nuevo sentido llamamiento por la nación europea martirizada por la guerra fue lanzado por el Papa Francisco en el Ángelus del viernes 6 de enero, vigilia de la Navidad celebrada en las Iglesias orientales, tanto católicas como ortodoxas. Asomándose a medio día a la ventana del Estudio privado del Palacio apostólico vaticano, antes de recitar la oración mariana en la solemnidad de la Epifanía del Señor, el Pontífice ofreció a los fieles presentes en la plaza de San Pedro y a los que le seguían a través de los medios una meditación sobre los Magos. Sus palabras se publican en la página tercera de este ejemplar del L'Osservatore Romano.
También el Papa Francisco pidió por “Por las madres ucranianas y rusas que han perdido a los hijos a causa de la guerra: es la intención de oración que el Papa encomendó a los fieles presentes en la plaza de San Pedro —y a los que le seguían a través de los medios de comunicación— durante el Ángelus del domingo 8 de enero, fiesta del Bautismo del Señor. Antes, como es habitual, Francisco había introducido la oración mariana comentando el pasaje litúrgico del Evangelio de Mateo (3, 13-17).
«No es aceptable que la decisión sobre la vida y el destino de un ser humano sea confiada a un algoritmo». Lo afirmó el Papa Francisco la mañana del 10 de enero, recibiendo en audiencia en la Sala Clementina a los participantes del encuentro «AI Ethics: An Abrahamic commitment to the Rome Call» — promovido por la Pontificia Academia para la vida y de la Fundación RenAIssance — que se celebra en la Casina Pío IV en el Vaticano. Se publica con esta edición el discurso dirigido a los presentes.