Luego de la ceremonia de entronación del flamante papa Francisco, su hermana, María Elena Bergoglio, volvió a relatar ante los medios la emoción que siente toda la familia ante la histórica asunción.
"Fue un momento de mucha emoción", dijo ante los periodistas que mantenían guardia en la puerta de su casa. "Sigue siendo él. No lo van a estructurar. Estuvo muy tranquilo", añadió.
"Me impactó el recorrido", declaró. "Él, para mí, quiso decir: ustedes (la gente) son lo más importante", sostuvo. "Para él lo más importante fue la gente y lo dejó muy claro", manifestó, al tiempo que confesó que algo le causó gracia: "Yo me reía porque pensaba en el personal de seguridad: los va a volver loco".
"No me sorprendió que fuera en el papamovil y no estuviera blindado", sostuvo después María Elena. "Me da la sensación que puede ser el papa del gran cambio", se esperanzó.
Luego, María Elena reflexionó sobre los cambios que se le reclaman a la Iglesia: "El papa no puede dar muchos cambios. Pero la Iglesia somos todos. Y si nosotros no aceptamos los cambios, esos cambios no serán posibles. Entonces, empecemos a cambiar nosotros".
José, sobrino de Francisco, que ayer fue quien atendió el sorpresivo llamado del flamante Sumo Pontífice, también habló luego de la ceremonia. Destacó que la familia vive horas de mucha emoción: "Queríamos vivir la celebración en familia".
Y volvió a relatar cómo fue el momento de la comunicación telefónica: "La llamada fue una verdadera sorpresa. Al punto que al escuchar la voz (de él), fue un hilo de voz mío diciendo 'tío...' y después automáticamente le dije: "Te paso con mamá".
"No me sorprende que no haya llamado ningún secretario", aclaró José. "De hecho cuando era arzobispo de Buenos Aires siempre llamó él. No me sorprende", explicó.
