Tal cual marca la tradición en esta época del año, el presidente Barack Obama se presentó ante el Congreso norteamericano para presentar sus proyectos en lo que en EE.UU. se conoce como "El discurso de la Unión", televisado en cadena nacional a todo el país.
Obama, a sabiendas de que este año en particular tiene todo un matiz político por las elecciones presidenciales de noviembre, intentó una vez más marcar sus líneas de acción. Su discurso volvió a presentar su agenda en temas como innovación energética, cambio del código fiscal y hasta le pidió a los empresarios que hagan todo lo posible para que los "empleos" vuelvan a los EE.UU., de manera de paliar la crisis de desempleo que todavía afecta al país.
El discurso del mandatario demócrata fue confrontativo y, salvo algunas excepciones, los republicanos se mantuvieron callados mientras que el partido oficialista y todo el gabinete ministerial aplaudía efusivamente al presidente. Una de las frases que unió en un cerrado aplauso a ambas bancadas presentes en la sala fue cuando Obama inició su discurso con algunos de los éxitos logrados por las fuerzas armadas: "Nos reunimos esta noche sabiendo que esta generación de héroes ha aumentado la seguridad. Por primera vez en nueve años, no hay estadounidenses luchando en Irak y Osama bin Laden no es una amenaza para este país”, dijo.
Otros párrafos de su alocución estaban dirigidos por completo al votante medio, quien en pocos meses deberá decidir si Obama continúa en 2013, por un nuevo período de cuatro años. “No regresaremos a una economía debilitada por la exportación de los trabajos, deudas incobrables, y ganancias financieras ficticias”, advirtió.
También Obama aprovechó para mostrar algunos aciertos, especialmente el haber logrado revivir a Detroit. “El día que asumí la presidencia, nuestra industria automovilística estaba al borde del colapso. Incluso algunos dijeron que debíamos dejarla morir”, recordó. “Con un millón de empleos en juego, me negué a permitirlo. Hoy puedo afirmar que se aumentó casi 160,000 empleos en ella” ratificó Obama, quien pidió que se deje de recompensar a los negocios que envían la carga fabril fuera de los EE.UU.
El jefe de Estado habló de innovación cuando se refirió al uso del petróleo: “Con solo el 2% de las reservas de petróleo del mundo, se necesita una estrategia que sea más limpia, más barata y fomente muchos nuevos empleos” opinó Obama ante los legisladores, instándolos a que le envíen rápidamente proyectos al respecto.
El Presidente volvió a pedir que los millonarios paguen más impuestos: “quien gane más de $1 millón al año, no debe pagar menos del 30% en impuestos” pidió Obama. Es interesante que en el día de hoy, uno de los candidatos republicanos a presidente, Mitt Romney (dueño de un fondo de inversiones) presentó una declaración en la que ganando millones, apenas pagaba un 13.9 % en impuestos.
La realidad es que los republicanos al frente en la Cámara Baja le han casi paralizado su administración durante el último año y amenazan con anular sus proyectos en Salud Pública. “Ninguna de estas reformas será posible si no bajamos el tono en esta ciudad. Necesitamos acabar con la idea de que los dos partidos deben estar siempre trabados en una campaña perpetua de destrucción mutua” pidió Obama, quien a la vez dijo “yo como demócrata, siempre admiré al republicano Abraham Lincoln”.
(*) desde Washington.