El Senado norteamericano votó hoy martes 74 a 26 la moción para aprobar una ley discutida con la Casa Blanca el domingo por la noche en la que se definió una reducción de gastos de unos 2.4 trillones de dólares en la próxima década. Así el Tesoro podría tomar deuda por una cifra similar, aumentando el límite de 14.3 trillones que tenía como parámetro. Esta medida le da aire al gobierno norteamericano hasta el fin del 2012, y evitaría el default.
Apenas finalizada la sesión en el Congreso, el presidente Obama salió a los jardines de la Casa Blanca y expresó su satisfacción: “Este debate larguísimo para evitar un desastre ha sido inoportuno. El ciudadano común, que vota a los representantes en Washington no quiere ver un gobierno disfuncional”. Se lo notaba ya de mejor temple a Obama quien también aprovechó la ocasión para volver a repetir “la necesidad de crear empleos”.
Obama sabe que lo han arrinconado a un acuerdo que no lo satisface. “Es necesario que los que tienen más recursos, los ricos y las corporaciones (especialmente las petroleras) que están teniendo importantes ganancias, paguen los impuestos justos que esta situación reclama” dijo Obama nuevamente. Luego recalcó: “Este acuerdo de ley es solo un primer paso para asegurar que Estados Unidos pueda sobrevivir con lo que tiene, pero mucho más será necesario para reconstruir la economía nacional” dijo Obama.
El presidente estadounidense espera que el debate de una profunda reforma al sistema fiscal sea finalmente tratado en el nuevo Comité bipartidista que la legislación aprobada en el día de hoy ha establecido. Dicho comité va a trabajar durante los próximos meses en analizar y revisar todas las partidas del presupuesto del gobierno federal, y se estima que además se cortarán gastos en un trillón de dólares adicionales.
“Fueron tiempos de mucha incertidumbre, dijo Obama, pero millones de norteamericanos que están sin trabajo nos están pidiendo que resolvamos sus problemas, que pongamos la economía a funcionar de nuevo” añadió, palabras que por cierto viene repitiendo desde hace meses en cada encuentro que tiene con la prensa y con el público.
Obama parecía nuevamente apuntar a la faz política. Sabe que hay una caída importante de su imagen en el votante medio y que su proyecto político vuelve a jugarse por el todo en el 2012. Algunos analistas presentes en la Casa Blanca interpretaron que Obama “ante un puñado de reporteros volvió a sentirse en campaña electoral” ahora que la crisis política ha quedado momentáneamente atrás.
Gran parte del ajuste que se vendrá tendrá que ver con las operaciones militares. En los próximos meses las tropas norteamericanas en dos frentes de batalla –Irak y Afganistán- estarán volviendo y se espera una importante disminución en los gastos de defensa.
Pero también los analistas creen que el gobierno va a tener que exigirles a los Estados que han pedido socorro al gobierno Federal desde que se iniciara la crisis del 2008, que reactiven sus economías internas.
Es posible que varios programas de ayuda federal, especialmente en temas de la salud, educación y para la tercera edad se vean afectados y que la carga de los mismos también sea derivada a las economías de los cincuenta Estados de la Unión norteamericana, que por cierto, tienen muchos de ellos graves problemas aún para cerrar sus cuentas. En la TV norteamericana ya hacen comentarios que para lograr sanear la economía, las multas de tránsito, ya aumentaron al “doble” en la mayoría de ellos.
(*) Especial para Perfil.com