Cataluña es la región que más eligen los argentinos para vivir y la ciudad preferida es Barcelona. Allí viven 15.000 de los 20.000 que residen en la tierra independentista. Muchos se muestran de manera neutral frente a lo que sucede. “Los argentinos lo vemos un poco desde afuera. Por eso nos mantenemos más bien neutrales. Igual sentimos mucha incertidumbre sobre qué va a pasar con todo esto“, expresa Nicolás Carlomagno, operador turístico en Barcelona, quien vive en España hace 18 años, y ahora hace nueve que está en la ciudad de Gaudí. “Acá se está viviendo mucha incertidumbre. Trabajo en una agencia de turismo que maneja entre 4000 y 6000 personas al mes y ahora nos acaban de decir que se llamó a una huelga general para el lunes y eso nos paraliza en todo sentido“, completa.
Sin embargo, no todos opinan lo mismo. Verónica Rusler vive hace 30 años en Argentina, pero pasó toda su adolescencia e infancia en Barcelona y está muy conmovida con la noticia: “Desde la mañana que estoy viendo TV3 (el canal autonómico catalán) y siguiendo todo. No puedo creer que se esté viviendo un momento tan histórico y yo no esté ahí. Para un argentino que no vivió este sentimiento de ir a la primer Diada, de escuchar año tras año que algún día Cataluña podría llegar a ser una nación es difícil de entender. Es una vivencia muy íntima que se siente“. Verónica cuenta que hace años que esto se viene gestando. “Estas tradiciones catalanas estaban prohibidas durante la dictadura y que poco a poco vayan ganando espacio en la vía pública es muy fuerte. Por ejemplo, sigo conectada a la distancia con mis compañeros de secundario por un grupo de Whatsapp y lo que puedo decir es que noto mucha intensidad“.
A partir del referéndum del 1 de octubre, el mismísimo ministro de Turismo de Cataluña, Álvaro Nadal, definió que se estaba viviendo “un frenazo” en el sector, ya que el crecimiento, que estaba en torno al 10%, cayó bruscamente al 2%. Miguel Palmigiano, turista argentino que está hace tres días en Barcelona de vacaciones con su esposa Nora, con quien ya visitaron la Sagrada Familia, la Boquería, Casa Batlló y el estadio de Barcelona, explica: “nosotros pudimos hacer todo con totalidad normalidad. Las excursiones que teníamos con los buses nos avisaron que iban a estar un poco atrasadas por el tema de que hay algunas calles cortadas. Pero todo muy ordenado. Desvían el tránsito“.
A Migul le llamó mucho la atención que “la gente está muy involucrada, ya sea por el si o por el no. Uno escucha en las mesas de los restaurantes, en la calle, en todos lados que hablan del tema. Y muchos dicen que esto va a ser para peor”.
Opiniones cruzadas de los argentinos en Cataluña
Para quienes viven allí, se abre un tiempo de incertidumbre. Los que viajaron por turismo no percibieron cambios. Y aquellos que fueron y regresaron comparten la intensidad de la discusión social a través de redes.
