Tres años después de la irrupción del virus del covid-19 y su propagación en el mundo, aún hay dudas sobre los orígenes de la pandemia. Ahora, un nuevo informe del senador de Estados Unidos Marco Rubio plantea que en China hubo "un grave incidente de bioseguridad" que habría desencadenado la pandemia y que Beijing "ocultó la verdad" sobre esa fuga.
El estudio apunta que en China tenían conocimiento de esta situación. El Ministerio de Ciencia y Tecnología de ese país, argumentan, emitió regulaciones adicionales por segunda vez en febrero para establecer “un mecanismo duradero para prevenir y controlar los riesgos de bioseguridad”.
En ese sentido, el informe plantea que si Beijing creía que el virus se había producido de forma natural, en lugar de ser una fuga de laboratorio, “no está claro por qué se tomaron el tiempo para abordar las condiciones de bioseguridad” en los laboratorios de investigación que estudian coronavirus.
El secreto de Xi Jinping: un informe abrió la "caja de Pandora" sobre el origen del covid
Rubio analiza que la falta de información por parte de Beijing durante los primeros días de la pandemia hasta ahora se debe a una causa simple: “Vergüenza extrema”. Confirmar que el virus surgió de un laboratorio, dice el documento, representaría una “crisis existencial para el Partido Comunista Chino y por lo tanto debe evitarse a toda costa”.
El documento, al que tuvo acceso el sitio RealClearPolitics, habla de la presunta participación del Partido Comunista Chino en el “encubrimiento” de la información, y sostiene que los funcionarios en Beijing “ignoraron deliberada y repetidamente las deficiencias de seguridad conocidas en el Instituto de Virología de Wuhan desde julio de 2019”.
Los funcionarios de China negaron constantemente la hipótesis de la fuga de laboratorio, insistiendo en que la teoría tiene motivaciones políticas y no tiene una base científica. Sin embargo, el informe de Rubio detalla que, ya en febrero de 2020, China había lanzado un esfuerzo integral para fortalecer las medidas de bioseguridad en el laboratorio de Wuhan y las instalaciones en todo el país a través de regulaciones nuevas y más estrictas.
“Así como Beijing estaba negando la posibilidad de que el COVID-19 viniera de un laboratorio en el escenario mundial”, según el documento escrito por el miembro de mayor rango del Comité de Inteligencia del Senado, “estaba advirtiendo a sus propios funcionarios de tales riesgos y desplegando nuevas medidas para prevenir accidentes de laboratorio”.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos siguen sin identificar el origen del Covid
Científicos asociados con el Ejército Popular de Liberación presentaron una patente para una vacuna contra el COVID-19 en febrero de 2020. Según la investigación de Rubio, comenzaron a trabajar cuatro meses antes, en noviembre de 2019. Beijing no alertó a la Organización Mundial de la Salud sobre el brote de un virus “de etiología desconocida” hasta enero de 2020.
“Las implicaciones son imposibles de ignorar”, dijo Rubio en un comunicado. “Beijing ocultó la verdad. Este informe refuerza la necesidad de responsabilizar al Partido Comunista Chino”.
Dudas y desconfianza sobre el origen del Covid-19
La administración de Joe Biden, así como la Organización Mundial de la Salud, pidieron reiteradamente a China que comparta datos de salud de los primeros días de la pandemia que impulsarían la investigación científica sobre los orígenes de COVID-19.
Un informe clasificado del Departamento de Energía, que supervisa numerosos laboratorios de investigación biológica en los EE. UU., concluyó "con poca confianza" en febrero de este año que lo más probable es que el virus provenga del laboratorio en Wuhan.
La mayor parte de la comunidad científica considera que el coronavirus surgió a partir de un animal que lo transmitió a un ser humano, probablemente en el mercado de Huanan en la ciudad de Wuhan, en el centro-este de China.
No obstante, científicos y dirigentes estadounidenses defienden la hipótesis de que se produjo una fuga en un laboratorio en la misma localidad del gigante asiático.
China se opone a esta teoría, pero durante mucho tiempo también negó que en el mercado de Huanan hubiera animales que pudieron haber transmitido el virus.Sin embargo, según nuevos datos chinos, publicados a finales de enero y rápidamente suprimidos, hay pruebas moleculares de la venta de animales en el mercado.
Lo cierto es que, mientras no se dispongan de todos los datos científicos, no se puede descartar ninguna hipótesis sobre el origen del covid-19.
ag / ds
