Recalentando la escena política brasileña, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva acuso este jueves 30 de julio al actual mandatario Jair Bolsonaro de "inventar que tenía coronavirus para hacer propaganda de la cloroquina". En tanto, este jueves se conoció también que la esposa de Bolsonaro, Michelle, está contagiada y tiene coronavirus, aunque "se encuentra en buen estado y cumpliendo aislamiento".
"Creo que Bolsonaro inventó que estaba contaminado para hacer propaganda del remedio", enfatizó el líder del Partido de los Trabajadores, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, durante una rueda de prensa virtual con corresponsales extranjeros que tuvo lugar en Sao Paulo. Asimismo, en esa rueda de preguntas sobre la realidad brasileña, Lula calificó de "irresponsable" al mandatario de ulraderecha por su gestión de la pandemia de coronavirus, que ya pasó la barrera de los 90 mil muertos en ese país, con casi 2,7 millones de contagiados.
Bolsonaro anunció el 7 de julio que le habían diagnosticado con Covid-19, cumpliendo una pocas actividades de agenda desde su residencia oficial en Brasilia hasta el 25, cuando había dicho que había resultado negativo en un primer análisis de control de la enfermedad. Durante ese período Bolsonaro realizó varias apariciones públicas en las que mostraba una caja de hidroxicloroquina, un medicamento cuya eficacia contra el coronavirus no está científicamente demostrada.
"No sé si (Bolsonaro) es socio, pero se comporta como si fuese el dueño de la fábrica que produce esa cloroquina e intenta venderlo", agregó Lula en la reunión con periodistas.
Mientras tanto, también este jueves 30 de julio la Presidencia brasileña anunció que la primera dama, Michelle Bolsonaro, resultó contagiada y presenta un cuadro de coronavirus.
Desde el inicio de pandemia, Bolsonaro criticó las medidas de confinamiento decididas por los gobernadores, por su impacto económico, se convirtió en adalid de la lucha universal "anticuarentena" y hasta llegó a calificar a la enfermedad, cuando todavía azotaba con virulencia a China, como una "gripecita".
El caso de Lula,en cambio, confinado desde marzo en su apartamento en Sao Bernardo do Campo, en las afueras de Sao Paulo, lo ubicó en línea con varios de los gobernadores, y criticó duramente la relación de Bolsonaro con su par y modelo estadounidense Donald Trump.
"Bolsonaro se comporta, el Ministro de Relaciones Exteriores [Eduardo Araújo] se comporta como un chupamedias (...), nunca vi una dependencia y un servilismo como el del gobierno Bolsonaro con Estados Unidos", afirmó entonces el líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT).
La perspectiva de que el republicano Trump sea derrotado por el demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre podría dar otra perspectiva a algunos aspectos de la relación bilateral entre las dos mayores economías del continente, remarcó Lula. "Un nuevo gobierno [en EEUU] podría cambiar de actitud y exigir que Brasil respete la democracia, los derechos humanos y [adopte] una política que evite la deforestación de la Amazonía", afirmó.
Lula, que dejó el gobierno en 2010 con altos índices de popularidad, espera en libertad el resultado de un recurso contra una pena de casi 9 años de cárcel por corrupción, que cumplió parcialmente entre abril de 2018 y noviembre de 2019. El caso de Michelle Bolsonaro, según se indicó, "presenta buen estado de salud".
"La primera dama, Michelle Bolsonaro, ha dado positivo por COVID-19 este jueves, 30 de julio. Presenta buen estado de salud y seguirá todos los protocolos establecidos", se señaló en un comunicado de la Presidencia brasileña. "Está siendo acompañada por el equipo médico de la Presidencia de la República", agregó la revista brasileña 'Veja'.
Bolsonaro, que siempre se ha mostrado escéptico ante las medidas preventivas para evitar contagios de la COVID-19 que recomiendan los expertos, había comenzado a sentir síntomas de la enfermedad el pasado domingo 5 de julio. Los síntomas empeoraron al día siguiente, cuando tuvo fiebre y malestar.
HB / DS