El papa Francisco criticó el "uso arbitrario" de la prisión preventiva y denunció el "lawfare contra dirigentes políticos", un día después de que el Congreso limitara los criterios bajo el nuevo Código Procesal Penal en todo el país.
En un discurso este viernes 15 de noviembre ante miembros de la Asociación Internacional de Derecho Penal, a quienes recibió en el Vaticano, el pontífice habló sobre el tema y dijo estar preocupado por los "abusos del poder punitivo". "En nuestro encuentro anterior señalé con preocupación el uso arbitrario de la prisión preventiva. Lamentablemente, en los años transcurridos desde entonces, la situación se ha agravado en algunos países y regiones donde el número de detenidos sin condena ya supera ampliamente el cincuenta por ciento de la población carcelaria", sostuvo Bergoglio en el encuentro, en el que estuvo presente como único argentino el jurista Roberto Carlés.
Para el Papa, “este fenómeno” contribuye al deterioro de las condiciones de detención “y es causa de un uso indebido de destacamentos de policía y militares para esos fines", manifestó. Sobre el encarcelamiento preventivo, expresó que “cuando es impuesto sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que lo habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad", expresó.
En su discurso, además, Francisco se refirió al "lawfare" y expuso que "se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados".
Desde su visión, con las herramientas del lawfare “se instrumentaliza la siempre necesaria lucha contra la corrupción con el único fin de combatir gobiernos que no son del agrado, retacear derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que solo se benefician quienes aspiran a ejercer liderazgos autoritarios", acusó.
El Sumo pontífice se refirió además a la responsabilidad de “capital financiero global”: “Es responsable no solo de graves delitos contra la propiedad sino también de delitos contra las personas y el ambiente". Y amplió: "Se trata de una auténtica criminalidad organizada que es responsable, entre otras cosas, del sobreendeudamiento de los estados soberanos y de la depredación de los recursos naturales de nuestro planeta".
El ecocidio es una quinta categoría de crímenes contra la paz, que debería ser reconocida como tal por la comunidad internacional, dijo Bergoglio
Por otro lado, el papa Franciso pidió también ante el XX Congreso que la Justicia no deje “impunes” algunas conductas de las que “habitualmente son responsables las corporaciones”. "En particular, todas aquellas que pueden ser consideradas como ecocidas: la contaminación masiva del aire, de los recursos de la tierra y del agua, la destrucción a gran escala de la flora y la fauna y toda acción con el potencial de causar un desastre ecológico o destruir un ecosistema", sentenció.
Para el Papa, el “ecocidio” debe entenderse la pérdida, daño o destrucción de ecosistemas de un territorio determinado “ de modo que su goce por parte de sus habitantes haya sido o pueda verse severamente menoscabado", y consideró que es “una quinta categoría de crímenes contra la paz, que debería ser reconocida como tal por la comunidad internacional", concluyó.
AG CP