"Estoy muy sorprendido por el premio dado a Obama, que es el presidente del país más agresor del mundo y que impone las cosas desde el complejo industrial-militar, las guerras y los conflictos". Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz en 1980, fue categórico al referirse hoy a la mención conseguida por el primer mandatario de Estados Unidos.
Pérez Esquivel dijo que el premio tendría que estar "al servicio de los pueblos, para superar los graves conflictos en lo que Estados Unidos está involucrado, las guerras en Irak y Afganistán, y las graves violaciones a los derechos humanos en esos países".
Según se informó, el premio para Obama fue "por sus esfuerzos extraordinarios para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", indicaron desde el Comité Nobel en Noruega, que justificó la elección asegurando que se "otorgó mucha importancia a la visión y a los esfuerzos de Obama en la perspectiva de un mundo sin armas nucleares", según Thorbjoern Jagland, titular del comité.
Para el dirigente del Servicio de Paz y Justicia de Argentina, todavía hay que esperar para hacer un balance sobre la gestión del presidente demócrata habida cuenta de que "llegó al gobierno, pero no al poder" y, según Esquivel, "es evidente que en Estados Unidos el poder lo manejan otros sectores".