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Petro cumple un año en el poder en medio de un escándalo de corrupción

Primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, el exguerrillero cumple mañana su primer año de mandato, a pocos días de que su hijo, Nicolás, admitiera a la Justicia que había aportado a la campaña electoral de su padre dinero de dos narcotraficantes. Durante este período se ha enfrentado a la prensa tradicional y se ha ganado el mote de “presidente tuitero”, por el uso (y abuso, según sus críticos) de las redes sociales, donde no pocas veces ha dado informaciones erradas.

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Mensajes. Dicen que escribe sus propios tuits. Ha llegado a enviar 40 por día. Su promedio general es de 14 mensajes diarios. | AFP

Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, llega a su primer año de mandato en medio de un escándalo de corrupción desatado por uno de sus hijos, enemistado con los grandes medios de comunicación, a los que acusa de estar al servicio de la oligarquía, y omnipresente en las redes sociales, desde las que interviene en forma permanente en la agenda pública.

Petro se ganó el apodo de “presidente tuitero”: desde el 7 de agosto de 2022, el día de su investidura, ha realizado un promedio de 14 publicaciones diarias en Twitter, ahora llamado X.

En los días más agitados de su gestión, llegó a difundir cuarenta mensajes en esa red social y borró otros tantos por divulgar información imprecisa, según un recuento del servicio de verificación digital de la AFP. En TikTok e Instagram llueven videos sobre todos sus movimientos.

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Petro, quien según su círculo más cercano escribe por sí mismo las publicaciones, halló en internet una alternativa a la prensa escrita, la televisión o la radio. A ese tipo de medios los ha catalogado de mentirosos, de ser parte del “establishment” y de liderar una “verdadera campaña de desinformación” en su contra.

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) le llamó la atención por esos dichos: Petro alienta un “discurso en el que la prensa es antagonista”, sentenció en mayo esa ONG defensora de los periodistas.

“Desde esa lógica, la red social, en especial Twitter, se ha convertido en el medio de comunicación propio de un presidente que no confía en los medios tradicionales y que ha tenido que pelear contra los grandes emporios mediáticos de Colombia”, explica el politólogo Néstor Julián Restrepo, profesor de Comunicación Social de la Universidad Eafit.

Confianza. Para expertos, Petro replica estrategias típicas de líderes políticos de derecha e izquierda apáticos con los comunicadores, como el estadounidense Donald Trump, el brasileño Jair Bolsonaro, el ya fallecido venezolano Hugo Chávez o el actual gobernante de El Salvador, Nayib Bukele. 

“El tuit es mi forma de comunicación”, reconoció en marzo, durante una entrevista con la emisora de la Presidencia. Un mensaje “mío puede llegar a dos, a veces tres millones de personas”, aseguraba el mandatario. 

Sin embargo, el mismo eco que tienen sus anuncios lo han tenido las correcciones que se ha visto obligado a hacer. Petro cerró 2022 con el anuncio de un cese al fuego bilateral con los cinco principales grupos armados del país. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) lo desmintió y declaró que la guerra continuaba. La publicación sigue estando hoy en su cuenta de Twitter, ahora X, pese a los múltiples muertos de la fuerza pública y los rebeldes que siguieron al fraudulento anuncio. 

Poco después publicó fotografías que supuestamente mostraban la precariedad de los hospitales que heredó de gobiernos anteriores, pero al enterarse de que en realidad habían sido tomadas en Venezuela, las borró. 

Para Carlos Rodríguez, docente de Periodismo de la Universidad de La Sabana, esas salidas en falso “minan la confianza” sobre la comunicación oficial.

Juego en contra. Petro “se precipita y emite mensajes inexactos, fuera de contexto o con alguna imprecisión, y lo que logra es aumentar el escepticismo y reducir sus niveles de credibilidad”, indica el académico.

El 17 mayo otra equivocación dejó al mandatario desnudo ante el mundo: informó que militares habían encontrado a cuatro niños indígenas perdidos en la selva, tras un accidente de avioneta, pero al día siguiente reculó y dijo que había sido un error. 

El 9 de junio finalmente aparecieron, pero los medios tradicionales se anticiparon al anuncio oficial.

“Es un gobierno al que se le ve informalidad comunicativa y eso lo ha llevado al desprestigio ante la opinión pública, por errores de comunicación que se convierten en errores de gobierno”, sostuvo a su vez Restrepo.

En la contracara, el gobierno izquierdista también ha sido blanco de desinformación sobre supuestos intentos de perpetuarse en el poder y casos de corrupción.

Petro se queja también de que los medios toman sus anuncios y “los malbaratan, los gastan” y “los malinterpretan”.

Mario Morales, director del Observatorio de Medios de la Universidad Javeriana, resume el pulso: “A raíz de esas manipulaciones o esos malos tratamientos que han hecho algunos medios, algunos líderes de opinión o algunos analistas, llevan a los gobiernos a dirigirse directamente a sus públicos”.