"Nos causa un poco de simpatía", respondió el vocero presidencial de Chile, Andrés Chadwick, cuando un grupo de periodistas quiso saber qué pensaba sobre “la yeta” del jefe de Estado trasandino, Sebastián Piñera.
Es que desde antes de su asunción, Piñera debió con lidiar con catástrofes naturales y tragedias: el devastador tsunami que sacudió al país, la tragedia (con suerte) de los 33 mineros y el incendio en una penitenciaria que dejó 80 muertos forman parte de un desgraciado listado que atañe a su gestión.
"La imagen del presidente de la República es mucho más que una columnita por aquí o una columnita por acá", reconoció Chadwick para minimizar la inquietud de la prensa. Pero el presidente chileno, según la BBC de Londres, ya integra una nómina de “mufas” con varios argentinos.
José Figueroa Alcorta, que ocupó la presidencia argentina entre 1904 y 1906, fue tildado como “yetador” por uno de sus rivales, una figura que se agigantó en 1910 cuando durante una visita a Chile murieron el presidente Pedro Montt y luego su reemplazante en el cargo, de manera sorpresiva.
Al ex presidente Carlos Saúl Menem también le cabe el califitivo de “mufa”, especialmente cuando se recuerda que 1989 le dio una palmada en el brazo al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, para desearle suerte en una competencia náutica: el entonces "motonauta" perdió un brazo en un accidente.
En otros países como Venezuela, el libertador Simón Bolivar también fue tachado como un hombre de “mala suerte” después de que tras un año de guerras de Independencia contra España, un terremoto dejara miles de muertos.