Interfieren por tercera vez con trabajos de ayuda alimentaria
Piratas del Atlántico secuestraron barco de la ONU
Un carguero fletado por el Programa Alimentario Mundial de la ONU fue atacado
frente a la costa noreste de Somalía.
La tripulación de la nave "MV Rozen" está integrado por kenianos y ceilaneses,
sobre quienes aún no se tienen noticias.
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Cedoc
Nairobi - Un carguero fletado por el Programa Alimentario Mundial (PAM) de la ONU fue secuestrado este domingo por un grupo de piratas frente a la costa noreste de Somalía, en lo que constituye el tercer episodio de estas características registrado en aguas somalíes desde 2005. La tripulación está integrada por seis kenianos y otros tantos ceilaneses, entre ellos el capitán del barco, sobre quienes no se tienen noticias después del hecho.
La nave "MV Rozen" fue asaltada cuando regresaba al puerto de Mombasa tras descargar un total de 1.800 toneladas de ayuda alimentaria en los puertos de Berbera y Bosasso. Así lo precisó la vocera del Programa, Stephanie Savariaud, quien agregó que el barco fue atacado hacia las 9.30 de la mañana frente a la costa noreste de Somalía, cerca de la ciudad de Bargal.
"El Programa está muy preocupado por la seguridad de los miembros de la tripulación. Este acto de piratería perjudicará la distribución de la ayuda a las personas vulnerables en Somalía y agravará todavía más la precaria situación humanitaria'', aseguró la portavoz, haciendo referencia a las muy difíciles condiciones en que un millón de somalíes viven luego de las sequías que sufrieron en 2006.
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"Hasta ahora los piratas no han hecho ninguna demanda'', señaló por su parte Andrew Mwangura, titular de la sede keniana de otro programa de asistencia humanitaria, quien aclaró que el barco permanece cerca de la isla de Ras Afun, frente a la cosa de Puntland, y ha perdido el contacto con el puerto de Mombasa.
Somalía, situada en el cuerno de Africa, es escenario de una guerra civil desde 1991, lo que torna a las fuerzas de seguridad incapaces de responder a episodios de este tipo. Por este motivo , el secuestro de barcos es un fenómeno corriente en las costas somalíes, donde los piratas suelen reclamar grandes rescates antes de dejar en libertad a la tripulación y abandonar la embarcación.
Estos grupos, concentrados generalmente en el puerto de Haradere, al norte de la capital somalí, Mogadiscio, están bien organizados y disponen de un importante arsenal de armas. El gobierno somalí ha reclamado en vano en varias ocasiones la ayuda de los países de Africa del Este para poder controlar sus aguas territoriales.
