El Kremlin calificó ayer las sanciones impuestas por Estados Unidos contra varios medios de comunicación rusos como un “ataque contra la libertad de expresión, a la profesión periodística y a la dignidad humana”. En su denuncia, Washington incluyó supuestas actividades contra el gobierno de Javier Milei.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, sostuvo que son medidas “infundadas” y “declaraciones atroces” únicamente motivadas por cuestiones políticas. Además, aseveró que Rusia “responderá de manera simétrica” e impondrá medidas similares contra medios estadounidenses.
En concreto, las sanciones afectan a Rossiya Segodnya, una agencia de radiodifusión rusa de propiedad estatal que tiene su sede en Moscú y que ha sido acusada por Estados Unidos de “coordinar con el Kremlin para intentar fomentar el malestar en Moldavia”.
Asimismo, la empresa de medios TV Novosti, que controla la cadena de televisión Russia Today (RT), ha sido sancionada por colaborar con el Kremlin para socavar las próximas elecciones presidenciales moldavas en favor del gobierno del presidente Vladimir Putin, según afirma el gobierno estadounidense.
La administración Biden ya anunció sanciones la pasada semana contra varios trabajadores de RT, entre ellos su redactora jefa, Margarita Simonian, por intentar presuntamente influir en estas elecciones presidenciales previstas para el próximo mes de noviembre.
Las personas y entidades designadas cuentan ahora con todas sus propiedades, intereses o participaciones, independientemente de su grado, bloqueadas en territorio estadounidense. Del mismo modo, cualquier entidad financiera o empresa tiene prohibido cualquier tipo de actividad o transacción con ellos.
Argentina. Según el Departamento de Estado, “Rusia participa en operaciones destinadas a desestabilizar al gobierno de Argentina”, y apuntó contra RT como un actor clave en estas actividades. Según el gobierno de Biden, RT ha utilizado su financiación estatal para “reclutar y pagar de forma encubierta a personalidades de las redes sociales” con el fin de difundir contenido alineado con los intereses de Moscú. Además, acusó a los empleados de RT de usar tácticas de inteligencia y empresas pantalla para ocultar su verdadero rol en las actividades encubiertas que buscan interferir en las dinámicas políticas de diferentes países, incluida Argentina.