Las llamas que derribaron el techo y la aguja central de la catedral de Notre-Dame hicieron añicos, en unos minutos, parte de la historia de la cultura universal. Este edificio representa una de las obras más importantes de la arquitectura gótica. Su construcción llevó casi dos siglos y finalizó en 1345.
La construcción la catedral demandó un trabajo de 182 años. Los trabajos comenzaron en 1163, por encargo del obispo Sully y del papa Alejandro III. Sin embargo, fue finalizada recién en 1345. Está dedicada a la virgen María y, por ello, su nombre significa "nuestra señora".
Su estructura tiene forma cruz latina y está formada por un gran cuerpo de cinco naves, a lo que se suman las capillas laterales. La nave principal tiene de un total 127 metros de largo y 48 de ancho. El transepto (una nave transversal que forma el brazo corto en una iglesia) particularmente corto, tiene 14 metros de ancho y 48 metros de longitud, es decir, la misma medida del ancho de la nave.
Si bien se destaca por su estilo gótico, de hecho, es una de las obras cumbre de esta era artística y arquitectónica, fueron varios los arquitectos que participaron en el proyecto, esclareciendo este factor las diferencias estilísticas presentes en el edificio.
La catedral fue alterada sustancialmente a finales del siglo XVII, durante el reinado de Luis XIV, principalmente en la zona este, en la que sepulcros y vidrieras fueron destruidos para ser sustituidos por elementos más al gusto del estilo artístico de la época, es decir, el barroco. Así, entre 1630 y 1707, el gremio de orfebres de París encargó un cuadro al año a artistas como Laurent de La Hyre o Sébastien Bourdon. Se reunieron 77 pinturas de gran formato, que luego se dispersaron.
Las imágenes más impactantes del incendio de la Catedral de Notre-Dame en París
El edificio sufrió ataques durante el proceso revolucionario francés. Algunos de sus elementos fueron destruidos y algunos de sus tesoros fueron saqueados. Asimismo, en 1804 Napoleón Bonaparte se coronó a sí mismo emperador en la catedral.
Las distintas mixturas arquitectónicas que cruzaron la historia de Notre-Dame se reflejan en una de las frases emitidas hoy por el portavoz del lugar, André Finot, al describir las consecuencias del incendio en el techo: "Todo está siendo devorado por las llamas. No quedará nada de la estructura, que data del siglo XIX de un lado y del XIII del otro".
El lugar elegido para su edificación también es emblemático: se trata de la la isla de la Cité, donde los celtas celebraban sus cultos en la antigüedad. También es el lugar donde existió la primera Iglesia de París: la Basílica de Saint-Etienne.
Además de su rica historia, en la época contemporánea se convirtió en un ícono ineludible para todas las personas que visitan París. Alrededor de 13 millones de personas la visitan al año. De hecho, es uno de los edificios más importantes de la ciudad, quizá más que la Torre Eiffel.
JPA CP