Ucrania postergó la evacuación planificada ayer de los habitantes del estratégico puerto de Mariúpol argumentando violaciones a un alto el fuego por parte de las fuerzas rusas, que reanudaron los bombardeos sobre esa ciudad del sur ucraniano y avanzan también sobre Kiev.
El control de Mariúpol, un estratégico puerto del mar de Azov, le permitiría a Rusia una continuidad territorial entre sus fuerzas llegadas de Crimea y las de los territorios separatistas prorrusos del Donbas ucraniano, en el este.
El alcalde Vadim Boichenko dijo que Mariúpol, que antes de la invasión rusa contaba con unos 450 mil habitantes, estaba sometida a un “bloqueo”, sin electricidad, alimentos, agua, gas ni transporte. Las fuerzas separatistas y el ejército ruso indicaron de su lado que la ciudad estaba sitiada.
Luego de que el Ministerio ruso de Defensa declarase un alto el fuego para la “apertura de corredores humanitarios”, la alcaldía de Mariúpol anunció en las redes sociales que la evacuación comenzaría antes del mediodía. Sin embargo, la operación “fue postergada por razones de seguridad””, ya que las fuerzas rusas “continúan bombardeando Mariúpol y sus alrededores”, afirmó la alcaldía.
Por su parte, el ejército ruso reanudó su “ofensiva” sobre Mariúpol y Volnovaja, otra ciudad del sudeste ucraniano, informó el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, acusando a los “nacionalistas ucranianos” por la suspensión del corredor humanitario”.
“Debido a la reticencia de la parte ucraniana a influir en los nacionalistas o a prolongar el cese del fuego, las operaciones ofensivas se reanudaron a las seis de la tarde de Moscú”, precisó el portavoz, Igor Konashenkov.
“Ni un solo civil pudo salir de Mariúpol ni de Volnovaja por los corredores de seguridad anunciados. La población de esas ciudades está retenida como escudos humanos por los grupos nacionalistas”, aseguró el portavoz, que denunció que “batallones nacionalistas” aprovecharon la interrupción de la ofensiva para “agruparse y reforzar sus posiciones”.
En Mariúpol se ven escenas de devastación en varias partes de la ciudad, pese a que Putin sostiene que las fuerzas rusas no atacan áreas residenciales. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) calificó de “desgarradora” la situación de la ciudad.
Un miembro de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que se encuentra refugiado en la ciudad con su familia, afirmó que recolectó “nieve y agua de lluvia”, ante la imposibilidad de conseguir agua debido a las largas colas en los lugares de distribución.
“Queríamos conseguir también pan ‘social’ (repartido por las autoridades) pero no estaba claro el horario ni los puntos de distribución. Según la gente, muchos almacenes fueron destruidos por los misiles y personas muy necesitadas se llevaron las cosas que quedaron”, agregó.
Avance. Las tropas rusas se acercan a la capital, Kiev, donde encuentran una feroz resistencia, y bombardean barrios de los suburbios del oeste. La ciudad de Chernígov, en el norte, también es objeto de constantes bombardeos que han dejado muchas víctimas civiles en los últimos días. En Járkov, las fuerzas ucranianas lanzaron un contraataque, según el gobierno de Kiev.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, afirmó que Rusia ha cambiado de táctica tras verse enfrentada a una dura resistencia que ha frustrado su aparente plan de conquistar rápidamente las grandes ciudades y derrocar al gobierno de Zelenski. “Sí, el enemigo ha avanzado en algunas direcciones, pero solo controla una pequeña área. Nuestros defensores están rechazando y expulsando a los ocupantes”, dijo en Facebook.
Desde que Putin lanzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, Rusia ha bombardeado varias ciudades de ese país y matado a cientos de civiles. Incluso atacó la central nuclear más grande de Europa, provocando un incendio que despertó el temor de una nueva catástrofe nuclear como la de Chernóbil en 1986, en la misma Ucrania.
En diez días de guerra, las tropas rusas han conquistado dos ciudades importantes: Berdiansk y Jérson, en la costa del mar Negro, en el sur de Ucrania.
Este fin de semana está prevista una tercera ronda de negociaciones, según ambas partes. La primera no tuvo resultados concretos y en la segunda se acordó crear corredores humanitarios para que los civiles puedan salir de las zonas de combates. Más de 1,37 millones de refugiados ya han salido de Ucrania, según cifras de las agencias de la ONU.