China y Estados Unidos mantuvieron ayer su primer contacto oficial desde el inicio de la guerra en Ucrania, a través de una conversación telefónica entre el secretario de Estado, Antony Blinken, y el canciller chino, Wan Yi.
Al dar detalles de la llamada, la Casa Blanca subrayó que Blinken le explicó al ministro chino los pasos dados por Estados Unidos y sus aliados frente a la “premeditada, no provocada e injustificada” agresión rusa a Ucrania, mientras que, en Beijing, la cancillería afirmó que Wang subrayó en el diálogo la importancia de que Rusia y a Ucrania mantengan un diálogo directo.
China ha seguido una línea diplomática cautelosa desde que comenzó el conflicto, negándose a condenar las acciones de Moscú después de que el mes pasado promocionara una amistad “sin límites” entre los dos países. Ayer, Wang le dijo Blinken: “Alentamos las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania”, según el comunicado de la cancillería china.
“Esperamos que los combates cesen lo antes posible y que se prevenga una crisis humanitaria a gran escala”, agregó Wang, y reconoció que las negociaciones entre los dos países no serían “tranquilas”.
Mientras tanto, Blinken dijo, destacó la Casa Blanca, que el mundo está “observando qué naciones defienden los principios básicos de libertad, autodeterminación y soberanía”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
“El mundo está actuando al unísono para repudiar y responder a la agresión rusa, asegurando que Moscú pagará un alto precio”, agregó Blinken, que advirtió: “Moscú pagará un precio alto” por su ataque.
China aún no se ha referido a la crisis como una guerra. Wang reiteró ayer la complejidad del tema y dijo que estaba “estrechamente relacionado con los intereses de seguridad de todas las partes” y pidió que Estados Unidos la OTAN, la UE y Rusia deben dialogar y “prestar atención al impacto negativo de la continua expansión hacia el este de la OTAN en el entorno de seguridad” de Moscú, uno de los reclamos clave de Vladimir Putin.