Unos 200 atletas, entrenadores, aficionados e indígenas protestaron contra la demolición del estadio de atletismo Celio de Barros en Rio de Janeiro como parte de las obras de ampliación del contiguo Maracaná de cara al Mundial 2014 que organizará Brasil. “Yo me entreno en esta pista hace tiempo, pero quieren destruirla para construir estacionamientos”, declaró Rodrigo Ramos, un deportista de 25 años que se entrena en 400 y 800 metros planos.