Lo castigó por romper el dibujo de un amigo. Fotos.
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AFP.
Francia vive esta semana conmocionada por un suceso que tiene incrédulo a todo el país. Un hombre de 33 años, Christophe Champenois, mató a Bastien, su hijo de tres, después de meterlo en la lavadora y dejarla encendida durante varios minutos, según ha publicado el diario galo Le Parisien.Los padres del pequeño fueron detenidos, acusados de asesinato y omisión de auxilio.
La tragedia tuvo lugar en el hogar de la familia en la localidad de Meaux, próxima a París. El presunto asesino, cansado del niño, optó por este inconcebible método para castigarlo por haber roto el dibujo de un compañerito de jardín de infantes. No era la primera vez, según fuentes que cita el diario, puesto que, en varias ocasiones, ya había introducido a su hijo en el electrodoméstico, eso sí, sin ponerlo en marcha. No obstante, en esta ocasión fue más allá.
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La madre del niño, Charlene, que estaba en casa, no se interpuso, como no lo había hecho antes cuando Bastien era castigado de esta manera. Pero, inquieta por el curso de los acontecimientos, sacó a su hijo de la lavadora y corrió rápidamente en busca de auxilio.
“El niño parecía una muñeca de trapo; escuché su corazón latir por última vez y después murió”, contó una vecina a la agencia AFP, mientras confesó que la madre le había dicho que el pequeño se había caído por las escaleras.
Según informa el diario, los problemas comenzaron hace años, concretamente desde el día en que Bastien nació. “Era un hijo no deseado” - confiesa su abuela. “Aquel día su padre se fue a beber y, cuando le dije que tenía un hijo, respondió que no lo quería”.
